Una Tarde Normal

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Era una tarde tan normal, salí de clases temprano puesto que la profesora no llegó, aparentemente problemas con el embarazo, ella estaba sentada al lado del fumado, un poco decaída por un problema que tuvo que no vale la pena mencionar, le había dado un escrito que acababa de redactar en honor a ella, creo que debí titularlo "todo se trata de ti" pero hubiera elevado mucho su vanidad, así que lo titule "para ti", llegué a su encuentro, ella estaba escuchando Chasing cars, decía que deseaba dedicarle esa canción a alguien pero que aún no había encontrado a quien.

Creo que es menester describirla, para que mis estimados lectores (tú) se hagan a la idea de cómo es ella, también trataré de describir el momento y el lugar pero no soy muy bueno en eso (soy demasiado figurativo): ella es como una tarde de verano (citando a Shakespeare) aunque más cálida y refrescante, me encanta como se crean esos bucles color ónice que caen sobre sus hombros, acarician su cuello y sus rostro (que envidia), su rostro refleja un ardor semejante a lo que se siente tener un libro nuevo entre las manos, con ansias locas de abrirlo y descubrir su contenido, conocerlo y ser parte de la historia que ya está redactada en él, y su olor, el natural de ella, exuda un aroma tan agradable, si el amanecer o el alba tienen un olor, ese es el de ella, sus manos tan cálidas, sexosas, cuando acarician mi cabello soy como mantequilla entre sus dedos, oh sus dedos podría dedicar tres libros en honor a ellos, al igual que sus labios, estimado lector, no sabe lo que siento al ver como muerde su labio inferior, como arruga levemente su nariz en el momento que escribe algo sexoso, y como estira la totalidad de sus piernas, esas piernas, que se asemejan a un puente que conducen a la flor más dulce, cuyo aroma imagino y me... bueno no va al caso, y su respiración, como se hincha su seductor pecho cuando respira, deseara ser ese aire para estar dentro de ella. Sus pequeñas orejas les juro no sé como soporte estar cerca de ellas y evitar besarlas todo en ella enciende en mi, ardiente pasión, que deseaba en ese momento que lo que escribió fuera cierto...

Sentir su piel canela desnuda entre mis lánguidas manos, su olor tan cerca de mi olfato hasta el punto de idiotecerme, ver su espalda desnuda que amerita un verso, cuyo clímax se encuentra al bajar tanto hasta el punto en que esta se confunde con el fin e inicio de mis deseos, y desde ese punto emprender una nueva aventura, besar ese punto desnudo, su coxis, mientras acaricio sus pechos, hacerla gemir, con mi aliento en sus espalda baja, bajar aún más por cada uno de sus glúteos dorados, mientras aruño sutilmente su vientre con movimientos circulares alrededor de su dulce ombligo, girar la totalidad de su cuerpo, alejarme de ese templo objeto de mis deseos solo lo suficiente como para admirarlo y excitarme aún más, emprender nuevamente mi travesía, empezando desde el final de su cuerpo, besar sus tiernos dedos, mientras acaricio sus firmes pantorrillas con mis garras deseosas de ella, ir avanzando lentamente por el camino trazado por sus piernas etéreas hasta el pedestal de su vagina, viendo la expresión de su rostro mientras recorro este camino, seguir con mi lengua y labios el camino trazado por mis obscenas garras, e ir subiendo lentamente por sus muslos internos abriendo sus piernas para que reciba mi beso en la tan añorada meta, su clítoris, jugar con excitación, masturbar su mente, besando sus labios mientras acaricio con mis dedos su boca, mi lengua deseosa que lame y mis labios que besan y succionan, esa leve protuberancia tan sensible en ella, sentir su aroma su sabor que me excita aún más mientras ahora con mis manos vuelvo a sus senos y a su vientre, deseando que ella aruñe mi espalda mostrando su éxtasis.

Una vez que aruñes mi espalda juntar tanto tu cuerpo con el mío que sea imposible diferenciar el inicio de uno y el fin del otro, besar tu cuello sensible mientras juego con mis manos en tu sexo y apreto tu trasero, acercandote aun más a mi, para hundirte, hasta que ninguna célula de nuestro cuerpo pueda respirar, y penetrar, ya que estás tan mojada, mientras beso tus rosados labios, penetrarte, a la vez que chupo tus pezones y aruño tus hombros de exitacion.

Lo lamento me interrumpieron, tengo que entrar a clases luego continuo...

Sueños HúmedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora