Stay Strong -James Maslow

Capitulo 18

No faltaron los típicos suspiros de las chicas.

-Bueno -comenzó diciendo el profesor- Siéntense donde quieran. Y me presentare, soy el profesor de matemáticas y espero que les guste mi asignatura.

Asintieron con la cabeza y se sentaron rápidamente en los puestos que estaban antes de que el profesor los sacara adelante.

-Abran su libro en la pagina 283, y comenzaremos realizando los ejercicios del numero 3 al 34. 20 minutos.

De mi mochila saque mis audífonos y los conecte a mi teléfono. Coloque a Ed Sheeran y luego comenze a hacer los ejercicios.

Estaba mas concentrada en mis pensamientos que en los ejercicios.

De la nada siento una mano sobre mi hombro, sin poder evitarlo, di un pequeño brinco.

-¡Me asustaste! -le dije a James, mientras colocaba mi mano sobre mi pecho-

-Lo note -dice el, tratando de reprimir una pequeña risa- ¿Vamos? -pregunta- Es receso.

Asentí tontamente mientras guardaba las cosas.

-Yo llevo eso -dice James, tomando mi mochila-

-No es necesario -le digo-

-Para mi lo es -dice sonriéndome.

Toma mi mano y abandonamos el salón de clases.

-¿Vamos a comer algo? -pregunta-

-James -murmure incomoda- No tengo hambre.

Sentí su mirada sobre mi.

-____ -murmura el-

Y veo que ya no nos estamos dirigiendo a la cafetería, vamos al patio.

-Debes hacerlo -susurra el y toma mi mano entre las suyas, una vez que estamos sentados sobre el césped.

Negué con la cabeza rápidamente.

-Si lo hago engordare -dije quitando mi mano de las suyas-

-No lo harás -dice el- Estas lo bastante delgada.

-¡No lo estoy! -digo levantando la voz-

James me mira impresionado. Nunca antes le había levantado la voz, ni a el, ni a nadie.

-¡Soy una maldita cerda! -digo y me paro rápidamente- ¿Que no ves mis obesas piernas? -pregunto mirándome con asco-¿Mis brazos? ¿Mi estomago?. Si como, engordare mas de lo que ya estoy.

-Linda -dice James poniéndose de pie y agarrando nuevamente mis manos- ¿No ves que te haces daño? Te estas auto-destruyendo -me mira triste-

-¡No me mires así! -dije mientras mis ojos se llenaban de lagrimas- ¡No necesito tu pena! ¡Ni la tuya, ni la de nadie!

-¡No te tengo pena! -dice James desesperado, tomándose el cabello- Estoy preocupado por ti. ¿No te escuchas?, lo único que quieres es bajar la grasa que no tienes. Trato de comprenderte, de ayudarte. Pero sin tu ayuda, no llegaremos a ningún lado.

-Entonces simplemente déjame. Nadie quiere a una vaca de novia.

Narra James.

Y luego de eso, toma su mochila y se va.

Me agarro el cabello desesperado. No soportaba verla de esta manera. No me gusta ver como se mataba poco a poco.

Y todo por esa maldita obsesión de ser delgada.

¿Que mas delgada quería ser?

No podía apoyarla en que no comiera.

Sin pensarlo, agarre mi mochila y salí detrás de ella.

Iba a alcanzarla, pero entra al baño de chicas.

A lo segundos escucho arcadas.

No de nuevo.

Por favor.

Entro rápidamente. Y abro el baño en donde estaba.

Y la veo nuevamente frente al inodoro, metiéndose los dedos a la garganta.

Produciéndose el vomito.

Ella no parece darse cuenta que estoy atrás de ella.

Sin pensarlo la abrazo por detrás.

Siento como ella se mueve para que la suelte.

No lo haría, no la dejaría caer.

-Déjame -susurraba ella con su voz quebrada- Déjame sola.

-No lo haré -murmure en su oído-

Sentía sus lagrimas caer en mis brazos, en un rápido movimiento la di vuelta y la presione en mi pecho.

Acariciaba su espalda y su cabello, sentía como su pecho subía y bajaba rápidamente.

Podía sentir el dolor que llevaba dentro de ella.

Mis ojos se llenaron de lagrimas de un segundo a otro, la abrazaba fuertemente. No quería soltarla.

-Todo estará bien -susurre en su oído, tratando de que mi voz no sonara quebrada, pero fue imposible- Estaremos bien.

Pasaron los minutos, solo se escuchaban sus sollozos, que cada vez eran menos.

-¿Como puedes querer a un monstruo como yo? -pregunto ella, mirándome, por primera vez desde que entre al baño-

Pude ver en sus ojos, el dolor que había en ellos.

Fue como verla nuevamente en el hospital.

-No eres un monstruo -susurre y agarre su pequeña mano- Eres la persona mas hermosa del mundo que he visto.

De sus delgados labios salio un pequeño sollozo.

Bese su frente y la acurruque en mis brazos.

-Tenemos clases -murmura ella-

-Mójate la cara -le di una pequeña sonrisa- Yo limpiare esto.

-No tienes que hacerlo -dice ella tratando de detenerme-

-Lo haré.

Ella se levanta y se dirige al lava manos.

Me levanto y miro el inodoro un segundo.

No hay rastros de comida.

Solo hay sangre.

Tire la cadena rápidamente, no soportaba ver el daño que se hacia.

-¿Estas mejor? -pregunto llegando a su lado.

Ella asiente con la cabeza.

-Gracias -susurra y se da vuelta para verme-

Veo como se coloca de puntillas para poder darme un beso y aun así no alcanza.

Como iba a alcanzar, mide 1.53 y yo 1.85.

La agarro de su cintura y la cargo como koala, sus piernas están abrazadas a mi espalda y sus brazos abrazan mi cuello, para luego acercarse y besar mis labios.

-Eres mi ángel -dice ella-

-Y tu mi princesa.

-Te quiero tanto -murmuro ella pegando su frente con la mía-

-No sabes cuanto yo a ti.