Stay Strong -James Maslow

Capitulo 22

A los segundos vuelvo con un vaso de agua entre mis manos.

Dejo el vaso en la mesita que esta junto a ella.

-¿Necesitas ayuda? -le pregunto al verla así de débil.

Ella asiente con la cabeza.

Presiono el botón de la camilla, para que pueda sentarse.

-Ten -le digo mientras coloco el vaso sobre sus labios resecos-

Abre un poco la boca y el agua pasa por sus labios.

-Gracias -me da una pequeña sonrisa, que mas parece una mueca.

Todo queda en un profundo silencio.

-Lamento haber estado con Connor, en vez de haber estado contigo -dice ella- Me necesitabas y yo... soy una estúpida.

-No eres estúpida. Y no tengo que perdonarte nada. Perdóname tu a mi por no haberte creído.

-No te debo perdonar nada, yo tampoco lo hubiera creído.

-¿Esta todo bien entre nosotros?

-Por mi parte si, solo depende de ti -dice ella y noto sus ojos brillosos-

-Todo esta bien -susurro y me acerco a sus labios-

A los segundos los juntamos para poder unir nuestros labios. Calzaban perfectamente. Como un candado y una llave.

-Te amo tanto -murmuro-

-Yo más -dice ella-

-Todo volverá a ser como antes -le digo seguro- Te lo prometo.

-Gracias por estar aquí.

-Claro que iba a estar aquí, nunca te dejare sola. Nunca mas.

Agarre su mano y la bese.

La amaba y no dejaría que siguiera auto-destruyéndose.

-¿Estas mejor? -pregunta el Doctor entrando a la habitacion.

-Si.

-Acabamos de recibir los resultados de la prueba de sangre. ¿Hace cuanto no comes?

Siento como se tensa.

-Hace unos días -murmura-

El Doctor asiente.

-Esto nos a confirmado la anorexia -dice el Doctor serio- Y por lo que veo es bastante avanzada. Necesito que te quedes en ropa interior, las enfermeras revisaran tu cuerpo para poder determinar la gravedad -dice el y sale de la habitacion-

-¿Puedes salir? -pregunta ella con la mirada baja-

Asiento.

Si ella no me quería ahí, era por una razón.

Le di un beso en la frente y salgo de la habitacion. A los segundos veo a las enfermeras entrar a la habitacion y cerrar la puerta.

-¿Como esta? -pregunta Logan-

Hago una mueca y dirijo mi vista a la ventana. No esta cerrada y puedo ver perfectamente lo que ella no quería que viera.

Las enfermeras la ayudan a levantarse y luego le quitan la bata del hospital.

Me levanto preocupado y me acerco a la ventana.

Su clavícula sobre sale, sus caderas y costillas igual.

Su piel pálida y llena de heridas.

El espacio que se forma entre sus muslos es impresionante.

Mis ojos se llenan de lagrimas.

Su mirada se cruza con la mía y baja la mirada avergonzada.

Le susurra algo a la enfermera que estaba a su izquierda y ella se dirige a la ventana y cierra las cortinas.

Esto estaba yendo muy lejos.

-Ella estará bien -dice Kendall llegando a mi lado-

-¿La viste? -pregunto mirándolo fijamente-

El asiente y pone su mano en mi hombro.

Nos sentamos nuevamente y mis ganas de llorar aumentan.

La tristeza, la rabia, la impotencia.

Todas las emociones estaban rodeando mi mente.

-Ven aquí -dice Carlos y abre sus brazos.

Me lanzo a ellos y lloro sin importarme que me vean.

-Todo estará bien -escucho voces de apoyo a mi al rededor.

-La vieron, ella no esta bien.

-Pero lo estará -dice Logan y palmea mi espalda-

¿Como la hicieron llegar hasta tal punto? ¿Por que a ella?

Entre todas las personas del mundo, la escogieron justo a ella.

Escogieron a una persona hermosa para hacerla mierda con las palabras y que se auto-destruyera.

Los minutos pasan y mis lagrimas cada vez son menos.

-¿Estas mejor? -preguntan-

Asiento con la cabeza.

-Gracias por haber venido.

-Para eso están los amigos -dice Kendall.

-¿Quieres ir a tomar aire? -pregunta Logan- Te hará bien.

Niego con la cabeza.

-Quiero estar aquí y apenas salgan las enfermeras, entrar.

Ellos asienten sin discutir.

-Iremos por un café, te traeremos un jugo, ¿Si? -pregunta Carlos-

Asiento nuevamente.

Los tres se levantan y van a la cafetería.

Pasan los minutos y siento como si hubieran pasado horas.

Salen las enfermeras, abren las cortinas y cierran la puerta.

-¿Esta bien? -pregunto acercándome a ellas.

-Hemos detectado anorexia grado 3.

Mierda.

-¿Estará bien?

-Hablaremos con una nutricionista, nos dará una dieta restringida y si no la sigue, no mejorara.

-Yo me encargare de que la siga.

Una de ella sonríe, creo que es la que cerro la cortina.

-Entra a verla, esta muy deprimida.

Asiento rápidamente.

-Gracias.

Ellas asienten y se van.

Entro a la habitacion sin siquiera tocar la puerta.

La veo acostada nuevamente, pero de lado.

No veo su cara.

Pero noto que llora, por la forma en la que su pecho se mueve.

Me recuesto a su lado y la abrazo por detrás y junto su cuerpo con el mio.

-Todo mejorara -le murmuro y acaricio su cabello, con la mano que tengo libre-

Ella niega y esta vez sollozos salen de su boca.

-Ven aquí linda -le digo y ella se da vuelta y se acurruca en mi pecho-

La abrazo nuevamente y trato de calmarla acariciando su espalda.

-Te amo tanto y lo único que quiero es verte feliz -le murmuro al oído-

-Te amo -susurra ella con su voz cortada-

Beso su cabeza y ambos nos quedamos en silencio.

Poco a poco sus sollozos van acabando.

-Todo estará bien, te ayudare a salir de toda esta mierda.

-¿No te iras?

Niego con la cabeza.

-Nunca lo haré.