6 meses después...
--Gracias, adiós.--digo al tiempo que bajo del taxi.
Me dirijo al ascensor, y cuando por fin llego a mi piso, abro la puerta de mi apartamento y entro.
--Hogar, dulce hogar.
Voy al refrigerador por algo de beber, tomo un vaso y me sirvo un zumo de manzana para luego tomar una refrescante ducha.
No hay nada nuevo aquí, todo está tal como lo dejé, excepto por una cosa, mi cama está tendida y yo recuerdo no haberla hecho, la última vez que estuve acá me levanté de la cama y salí a correr, eso quiere decir que alguien vino a ¿limpiar?, ¿qué clase de ladrón entra a "limpiar"?, ¡Rachael!.
Cojo mi móvil busco su número y la llamo, sí su número, la agendé luego de conseguirlo en el informe.
No responde ¡Joder!.
Voy hasta mi vestidor y me cambio, opto por una camisa azul marino, una chaqueta de cuero negra, unos jeans negros y unos zapatos marrones. Agarro las llaves de mi precioso Lambo rojo, voy al estacionamiento y comienzo a conducir hasta su casa.
Llego a destino y estaciono frente a su apartamento, es realmente bonito, todavía no me creo como es que trabaja en una cadena de supermercados si parece haberlo tenido todo al igual que yo, estudió en Stanford, va a la Universidad de California, no sé que rayos hace de su vida esa mujer. ¿Habrá cambiado?, ¿o seguirá igual de altanera que hace seis meses?, ¿me seguirá odiando?. Miles de preguntas invaden mi mente, pero la principal y el motivo por el que estoy aquí, ¿qué cojones hizo en mi apartamento, por qué lo limpió?.
Pasó una hora y yo todavía sigo frente a su casa, ¡pero qué rayos!, yo me largo.
Estoy a punto de volver a lo mío pero veo a una tipa entrar a su departamento, y no es ella. Salgo del Lambo y voy hasta ella, quien mira mi auto con curiosidad.
--Hola.
--Ho-hola.--tartamudea sorprendida.
--¿Idiota?.
--¡¿Qué?!.
--Tú debes ser "idiota", así te llama mi hermana, permiteme presentarme soy Stacy, la hermana de Rachael.
--Un gusto Stacy, soy Noha Stevenson, ¿su hermana me llama así?.
--¡¿QUÉ?!, tú, tú, ¡¿TÚ ERES NOHA STEVENSON?!.
Asiento.
--¡DIOS!, ¡NO PUEDO CREERLO!, mi hermana es una inútil, como puede decirte idiota, tú eres...
(Rio)--Sábe me cae mejor que su hermana, pero dígame una cosa, ¿dónde está?.
--No lo sé, ya debería haber llegado, si quieres la llamo.--dice mirando su reloj.
--No, no se moleste, creo que volveré mañana. Fue un verdadero placer conocerla señorita Bitter.
--Por favor llámame Stacy, ¿no quiere pasar a esperarla?.
--No, gracias, tengo cosas que hacer, adiós.
--Adiós.--dice agitando su mano derecha.
Me subo a mi Lambo y comienzo a conducir. Me agrada más su hermana, pero ¿dónde se habrá metido?, ésta chica realmente me vuelve loco.
Dejo mi lambo en el estacionamiento y voy hasta mi departamento.
--¡IDIOTA!.
Creo reconocer esa voz, doy media vuelta y un abrazo me toma por sorpresa impidiendome ver su rostro. Mi reloj se detiene y lentamente correspondo ese abrazo posando mis manos en su espalda.
--Rachael.
--¡¿Qué?!, ¡NO!.
--Soy yo hermanito.
¡¿Qué!?. Me separo bruscamente de ella y la miro fijamente.
--¡¿AMELIA?!.
--Sí, ¿no te alegra verme?.
¡Diablos!, hubiese jurado que era Rachael.
--¿Cómo no me va a alegrar?, oh Amelia, fuí a España pero tenías que volver de Inglaterra y no apareciste.
--Sí es que...¡OYE!, ¡Qué grosero de tu parte no invitarme a pasar!.
--Tienes razón, lo siento.--digo abriendo la puerta.
--Wow, ¡qué hermoso apartamento!, ¡me encanta, me encanta, me encanta!.
--¿Acaso ahora trabajas en comerciales de Mc Donalds o qué?.
