Día 7: One Shot basado en uno de los 5 sentidos

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Esta historia me encanto, denle mucho amor ¿Si?

Reto con 

"Sabor a chocolate –EunHae"

Después de la muerte de mamá decidí jamás volver a probar el chocolate, sería tonto para algunos y quizá otros no lo entenderían, pero mamá murió mientras intentaba recoger una barra de chocolate que se resbalo de mis manos mientras ella conducía. Fue un error, fue mi error y por eso hoy mamá está muerta y yo, bueno, yo estoy ciego.

Algunas personas me decían que no era mi culpa, que sólo fue un error humano, pero no, no fue así. Mamá había muerto por un maldito trozo de chocolate. Por mi culpa.

-En que piensas cariño -Preguntó mi tía, mi segunda madre.

-En mamá -Respondí de una forma más fuerte de los que espere hacerlo.

-Es bueno que la extrañes cielo, pero ella estará feliz donde sea que este si tu lo estas, si te dejas de culpar y sonríes un poco más.

Logre sonreír de forma rápida y me levante del sillón, ella intento ayudarme pero ya tenía más que memorizado cada espacio de la sala, la ubicación de los sillones y donde estaba la cocina. Uno de los sentidos que más se agudizó en mi después de la perdida de mi vista fue él olfato, y para mi simplemente era una tortura, porque uno de los olores más intensos que sentía todos los días era el del chocolate, en el club de natación al que asistía había una máquina de esas donde pones una moneda y sale un vaso con café, bueno, la que había en el club no era de café, era de chocolate.

La notación desde niño siempre fue un deporte que me impresionó y con apoyo de mamá empecé a practicarlo, aún después de perder la vista seguía entrenando, amaba hacerlo aunque sólo había un inconveniente. El lugar siempre tenía un fuerte olor a chocolate caliente, y a pesar de no querer irme de ahí –pues fue donde mamá me inscribió- no podía evitar sentirme mal.

-Lo hiciste muy bien. –Alguien hablo a mi lado, y me sentí muy extraño. Jamás había escuchado esa voz dentro del club y su olor, su olor era peculiar, olía a cloro de la piscina pero también a una deliciosa combinación de frutos rojos y un poco de chocolate. Al percibir el último olor fruncí el ceño, pero no exactamente por el chocolate sino porque el olor no me causaba molestia, no me causaba incomodidad.

-¿Quién eres? –pregunté con inseguridad, no lo quería lejos, solo no quería que oliera a chocolate. Intente llevar mis manos a su rostro para poder identificarlo pero el sujeto mis manos y en un acto que no esperaba. La beso.

-Deja que sea un misterio- rio y sentí que no había escuchado sonido más lindo en el mundo, a parte de la voz de mamá.

- Pero yo quie... - cuando estaba hablando sentí unas manos posarse en mis ojos, de inmediato sabía quién era, a pesar de que había quedado ciego, a Siwon jamás se le había quitado la costumbre de taparme los ojos cada vez que llegaba de sorpresa a donde yo estaba.

-Siwon – Lo nombre y me reí cuando sus manos abandonaron mis ojos.

-¿Cómo lo haces DongHae? –Me preguntó y esta vez no pude evitar soltar una carcajada.

-¡Por favor! Eres el único idiota que no entiende que estoy ciego y no necesito que me tapen los ojos. – Después de decir eso escuche una carcajada del chico que antes me había hablado y un bufido de parte de Siwon.

-¿Tú quién eres? –Pregunto Siwon.

-Llámame EunHyuk- Respondió, su voz era un poco gruesa pero no demasiado, note que estaba bastante cerca porque el olor a chocolate invadió mis fosas nasales, pero no era el chocolate de la maquina dispensadora, era el de una barra de chocolate con relleno de frutos rojos, se podría decir que mamá y yo la conocíamos muy bien.

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