Oh sorpresa

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La clase de álgebra transcurrió de forma rápida, pues la señorita Christi sólo se dedicó a encargar material que ocuparíamos para todo el semestre.
Cuando se dispuso a salir, todo mundo se levantó de sus lugares inquietos y salieron fuera del salón con sus amigos, emocionados contaban todo lo que habían hecho en vacaciones. Así como se dirigían a otros salones para saludar a sus amigos que probablemente no habrian visto en dos meses.

-Oye... Antes de que salgas con esos fenómenos... Tengo que advertirte algo...

La voz de Aldo sonaba demasiado nerviosa e insegura.

-Mmmmm dime, contesté algo inquieta y mirando como mis amigos salían del salón y se sentaban en una barda de piedra que estaba justo enfrente de nuestro salón.

-Valentín está aquí...

Mi expresión cambio completamente al escuchar eso.

-¿Ósea cómo?

-Lo han cambiado de turno, al nuestro, al matutino.

-¡¿Cómo es que sabes eso!?

Contesté ya alterada con el corazón casi saliéndose de mi pecho.

-Lo ví en la entrada, cuando iba llegando yo salía del baño y el pasó por ahí, me vío y se acercó a preguntarme en donde estaba el salón 1 y como buena persona le dije y se fué... Ah por cierto, me dió las gracias.

Cuando terminó de contarme ese épico encuentro, no supe que decir ni como reaccionar, una oleada de múltiples emociones y recuerdos me invadieron la mente: genial, valla manera de empezar el semestre, estará en el mismo turno que yo igual que en la secundaria, ¿me volverá a hablar?

-Ahh... Pues no se, yo...yo no lo he visto. Contesto un poco nerviosa.

-Será por que apenas es la primera hora y no has salido de el salón.

-Pues... La verdad... No importa-, digo con la sonrisa mas Falsa que pueda existir, inmediatamente cambio el tono de mi voz a uno más alegre,- ¡Él es mi pasado y ya no me interesa! ¡Tú eres el único que me importa-

Aldo sonrió, me tomó de la mano y salimos del salón a reunirnos con nuestros amigos.

Yo aún tenía esa duda... ¿En verdad está aquí?

Antes de volver a entrar al salón para la siguiente clase, me detuve en el umbral la puerta del salón y heché una mirada en dirección al salón donde supuestamente estaba Valentín y sólo suspiré...

Tu Recuerdo Se QuedóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora