Capítulo 30.

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- Pues lo siento, siento que te hayas enamorado de mí.

- No me he enamorado de ti ni mucho menos Jesús.

- ¿Y para ti que soy?

Si no lo sé ni yo, para decirtelo a ti...

- Supongo que un fallo, somos un error.

- ¿Te arrepientes de todo?

Trague saliva, ¿qué tenía que responder a aquéllo? Por parte sí, mi vida era más tranquila cuando solo me limitaba a odiarlo, cuando Deby me contaba lo que le pasaba con él y en mi mente ideaba mil ideas para acabar con él, qué gracia y que ironía a la vez, que ayer estuviera huyendo de él y hoy, me tenga atrapada.

- No es que me arrepienta. - Suspire. - Piensa que cada uno podría seguir con su vida sin que tuviéramos que estar pasando todo esto.

- Si todo esto ha pasado, ha sido porque hemos querido que pasara. - Se encogio de hombros.

En parte tenía razón, y mucha.

- Lo sé, que ha pasado y ya está, no podemos cambiar las cosas que ya han pasado.

No me contestó.

- Mejor me voy, ya hablaremos.

- Espera. - Me agarró del brazo y me miró. - Yo no me arrepiento de nada, y lo siento si no lo hago.

- Después hablamos Jesús. - Me solte suavemente de su agarre y bajé las escaleras.

Me despedi de Dani, qué me pregunto lo que había pasado para que me fuera, lo suponía.

Llegué a casa y entré.

- ¿Hugo? Genial. - Susurre lo último y me tiré al sofá.

Sola, otra vez, joder Hugo, con lo sobre protector que eres y no te da miedo dejarme sola, no lo entiendo.

Bah, tampoco tenía ganas que me hiciera un interrogatorio.

Mensaje.

Cogí mi móvil y abrí la conversación, era Hugo.

Hugo: Deb, estoy en la fiesta de Cath, así que no sé a qué hora llegaré, ten cuidado.

Deb: Si me raptan que caiga sobre tú conciencia Hugo, yo te aviso.

Hugo: ¡Pero no me digas eso! Te voy a comprar una escopeta anti-violadores.

Deb: Eres gilipollas Hugo.

Hugo: Te quieeeeeero, te dejo que así no pesco.

Reí por su último comentario, me salí de su conversación y me metí en la de Deby, ni un mensaje, ni un nada, no me atrevo a escribirle, creo que tal vez es mejor que pasen unos días y poder hablarlo cara a cara.

Dejé el móvil y fije mi mirada en la televisión, cambié de canal 12 veces pero seguía sin haber nada interesante.

Mensaje.

Hugo qué pesado que eres.

Entré en el chat, pero no era mi hermano.

Jesús: ¿No te aburres sola?

¿Cómo? Si él no sabía que estaba sola.

Miré a la ventana pero no había nada.

Jesús: ¿No me ves cariño?

¿Qué clase de broma es esta joder?




Uncover. (#Wattys2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora