"Tormenta"

23 1 0
                                    

Las cosas han sido normales, ha pasado un mes. Daniel y no nos hemos echo buenos amigos, y eso genial, me divierto mucho con él, es la causa de muchas sonrisas, sin embargo mis sentimientos por él aumentan día a día. A lo que más le temo, lo que me preocupa cada día de mi vida, es a perderlo; que descubra lo que siento, y así sin más se aleje, no lo soportaría y si lo hago, jamás sera igual.

Un recuerdo viene a mi mente. La última vez que hable con Daniel.

-Tormenta- Sonríe.
Comenzo a decirme tormenta cuando dijo que "Lluvia" no quedaba conmigo, que yo era mas fuerte y más arriesgada, como una tormenta.

Les digo a las niñas que me den un momento, y camino hacía él.

Su cabello hoy luce claro y alborotado, trae puesta una camisa azul marino que le hace ver muy bien.

-Hola- Saludo.

Aún no me he acostumbrado a abrazarlo, él no sabe que no saludo de beso. Inspecciona mi cara y yo me siento repentinamente rara.

-Te peinaste diferente- Apunta a mi coleta que hize está mañana y yo por inercia la tomo entre mis dedos para darme cuenta que no cuelga de mi hombro como todos los días.

-Uh...veras, yo venía igual pero...

-Creo que se ven mejor las coletas- Me quedo muda.- A ti se te ven muy bien.

*Alerta roja, repito, Alerta roja, Lluvia se va a sonrojar*

Sintiendome tonta por como mis mejillas se calientan y mi cuerpo comienza a temblar, cambio el tema.

-¿Y Alexander?- Y era verdad, Alexander no estaba con Daniel y eso era extraño.

-No he ido a hablarle- Responde.

Y ahí parada me quedo confundida y pensando porqué me llamo a mí primero y como es que noto un ligero cambio para nada especial.

*_* *_* *_* *_* *_* *_* *_* *_*

Abro los ojos, y lo primero que veo es el Sol, tras mi ventana, se oyen los pajaros cantar y se ve un cielo azul.
Me levanto y tomo mis pantuflas, tiendo mi cama y recojo todo lo que pueda estar tirado.
Camino al baño, me lavo la cara y cepillo mis dientes. Me veo y sonrío lo cual de inmediato se me hace raro.
Llego a la cocina y me boca cae al suelo. Mi madre esta de espaldas, trae un vestido blanco con flores rosas y unos tacones pequeños blancos, su cabello castallo claro cae sobre sus hombros, y su cara con poco maquillaje la hace ver hermosa; los niños están a su lado, mi hermana con el unifome de el Kinder y mi hermanito con su pijama y ojos somñolentos.

-Hija, siéntate es desayuno listo- Pone delante de mi un plato de huevo con jamón y jugo de naranja.
Sonrió ante el gesto y murmuro un gracias.

-Lluv, mamá esta aquí, y desayunara con nosotros- Lidia sonríe y veo como mi madre agacha la mirada.

Terminamos de comer y mamá va a dejar a mi hermana, yo cuido a Val en lo que ella regresa.
Cuando vuelve entro al baño, y me doy una ducha, luego me cambio con mi uniforme deportivo, seco mi cabello con la toalla, me hago una coleta, cepillo mis dientes y me despido de mi madre.

-Hija, yo te llevare hoy- Me detengo en el umbral de la puerta. Mamá camina hacia mí con Val en brazos y me pide que me suba a el carro.

-Gracias- Respondo.

-Lluv, se que puedes estar enojada, por las cosas que te hize pasar y quiero que sepas que lo lamento- Miro por la ventana del auto, asimilando sus palabras.-Todo cambiara, lo prometo- Un rayo de luz se instala en mí, y la miro a los ojos.

Hasta LuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora