-Te extraño.-Le susurró a la lápida de granito mientras dejaba los crisantemos tan cuidadosamente arreglados por la florista a la que visitó en escala antes de llegar al camposanto.
Hasta la florista conocía esa historia, de hecho, ya hasta armaba el mismo ramo cada mes, esperando que no se hiciera tarde y que ella pasara por él en su travesía mensual.
Ella, frente a la lápida, nunca admitía extrañarlo. Pero el aniversario era una ocasión especial, así que se sentía en su total derecho de derramar unas cuantas lágrimas.
-Me odio a mi misma desde que te fuiste. Has logrado que este lugar me de más nostalgia que miedo. Has logrado que deseé ver a Dios para reclamarle tu partida. Has logrado que me haya planteado el quedarme aquí toda la noche, a tu lado. Madrugaremos platicando, cariño.- Dicho esto, sacó una botella de ron del amplio bolso, tan caro como ella acostumbraba -Ya que la mañana está hecha para dormir. A tu lado era una chica mañanera, pero ya no más.
Y así platicó con su ilusión de personificarlo en esa lápida gris. Mientras más aumentaba el alcohol en su sangre, más fluida iba la conversación con ese fantasma que sólo ella veía.
Lo que nunca supo, fue que él estuvo ahí para escuchar cada reclamo y desear limpiar cada lágrima.
He estado tocando mucho la línea de los habitantes de la luz últimamente.
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Who Said Coldplay?
Short StoryMini-cuentos basados en la trama de canciones de Coldplay. → Portada hecha por @NestorEsparza7
