Día dos

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Antonio está demasiado extraño, se que cualquiera diría que debo sospechar de él...

Sin embargo es mi mejor amigo, me ha salvado la vida, literalmente, y no sólo una vez, al igual que yo a él...

Decido no sospechar de él, por el momento, pero no lo mezclare más en esto,  quizás el esté preocupado por lo que me suceda, pero diablos!! Es mi esposa, lo menos que puedo hacer es dar mi vida por ayudarla.

Camino de forma apresurada hacia el hospital psiquiátrico. Es un edificio de unas cuatro plantas y de un blanco aterrador, el jardín es espectacular e imagino que esta así por los mismos pacientes que lo cuidan como parte de su terapia.
Entró rápidamente y me dirijo a la recepción donde doy los datos de la amiga de la difunta : Margareth Ride 45 años de edad.
Una enfermera me guía hacía unos pasillos larguísimos todos con números.
De algunos cuartos salen gritos espeluznantes y  de otros un silencio casí igual de aterrador. Doblamos por varios pasillos, puertas y cuartos con comedores hasta que la enfermera se detiene y se gira para decirme:

---Habitación  #149 Margareth Ride no es violenta así que puede entrar sin vigilante eso si.... no más de 30 minutos--

--Muchas gracias --agregó sinceramente tras escuchar que  no es violenta.

Entró a la habitación es pequeña de paredes pulcras y blancas con una única ventanilla de unos centímetros y  llenas de barrotes... una cama angosta adorna una esquina de la habitación, también una mesa y dos sillas. 
Margareth esta sentada en una silla con la vista pérdida en la minúscula ventanilla.

--Disculpe... soy Dan  y la verdad vengo a hacerle preguntas por favor, ayudeme--

La mujer se giro lentamente a mi, me miró detenidamente.y dijo:

--¿Hace cuánto la secuestraron?--

--¿perdón, como dijo?--

--¿que quiero saber hace cuanto la secuestraron?--dice

--¿Cómo sabe que vengo a preguntar eso?--Digo asustado

--Vino un caballero hace un día atrás y me dijo que le preguntara eso--

--¿ami? ¿Tiene alguna idea de por que dijo eso ese caballero

--Dígame la respuesta y le diré...--

"En que momento se intercambiaron los papales".... pienso yo

--Hace dos días-- me decido por responder.

La mujer me miró con los ojos abiertos, luego se río desdeñosamente

-Disculpe, me podría explicar-- digo ya fuera de mi mientras me paro;  y golpeó bruscamente la mesa.... pero la mujer sigue riéndose sin reparo.

--Ja ja ¿le digo algo?...Usted vivirá acá--

--¿Perdón?--

Pero no respondió, siguiente riéndose como una lunática, bueno por eso ella estaba acá no me cabía duda, pero necesitaba información y ella podía darmela.

--Me diría como era el aspecto de ese caballero--

Ella volvió a reírse desenfrenadamente, para luego agregar...

--Ese caballero es el menos que debería preocuparle, por lo menos por el momento --se puso sería y en tono confidencial agregó -- sim embargo de algo puede ayudar con su "busqueda" tonta....esos imbéciles se llevaron a mi amiga la única que me entendía ...le diré algo joven... ella le gustaba beber e iba mucho a un bar del centro de la ciudad... y ¿sabe que?... la ultima vez que la vi me contó sobre un "supuesto" novio que tenia y que conocío justamente ahí...y me dijo que era bastante raro...
Así que si quiere jugar a ser Holmes.. empieze por ahí y fíjese en los detalles...--

--No quiero jugar a nada, solo quero encontrar a mi esposa--Digo con tono molesto y decidido.

Margareth me miró con... ¿pena? Para agregar...

--Siento que es muy tarde para ella--

--¿Cómo puede saber eso?--  me apresuré a decir.

--Esa respuesta no se la daré yo... solo averigüe y encárcele a esos imbéciles.. y cuando haga eso estoy perfectamente segura que sabrá usted mismo la respuesta--

--Por favor ayudeme-- le suplico.

--Eso hago, valla a ese bar y averigüe que ocurre--

La observo y ella se gira para regresar a su poción inicial.

Me decido por  ir al dichoso bar y averiguar que ocurre. Quizás sólo quizás esta mujer tengo razón aún que dada su condición mental me hace dudar, pero es lo única pista que me queda.
Salgo a paso rapido de ese infernal psiquiátrico con un sin fin de dudas y escalofríos. 
Jamás quiero volver a pisar un lugar así.

   

migajasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora