Capítulo 4

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El camino de la escuela a la casa de la abuela pareció eterno.
El cuerpo me dolía mucho más que antes.
Eran casi las seis y media y el sol empezaba a ocultarse,pero aún poseía el malestar en los ojos.

La casa de la abuela se encontraba a las afueras del pueblo.Fue construida en 1943 con piedras y a lo largo de los años se remodeló.
Me encantaba aquella casa.
Sólo atravesar el pequeño jardín delantero de la casa me hacía sentir segura.
Entonces vi una pequeña nota en la puerta.
Al instante reconocí la letra de la abuela Greeneyes.

Estoy en el invernadero recogiendo flores.

Leí otra vez la nota y la dejé pegada. Siempre sabía cuando iba a visitarla.
Antes me parecía extraño,pero con el paso del tiempo me acostumbré del sexto sentido que poseía.
Toda mi vida había sabido que podía contar con el apoyo de la abuela.
Durante un tiempo,consideré la idea de entrar a su casa y esperar.
Pero necesitaba verla.Necesito que alguien me dijera aquellas palabras que tanto necesitaba
no tengas miedo...todo irá bien...encontraremos la solución.

Entonces en lugar de entrar me dirigí al camino que te llevaba al invernadero.
Mientras tanto olía a medida que caminaba los olores que desprendía el lugar.
Parecía que había pasado décadas desde la última vez que visité a la abuela.
A la zorra de mi madrastra no le gustaba la abuela. Decía que era una vieja loca. Es todo una maleducada.
Entonces la verdad me golpeó. Ya no tendré que vivir con los padres. Ya no podrán controlarme más. La zorra de mi madrastra no tendría que decime nada.

¡Yupi! ¡Qué gracia!

Esto es tan flipante que me produjo un nuevo ataque de tos que hizo que me abrazase yo misma para mantener mi pecho en su sitio.

Necesito encontrar a la abuela,YA.

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora