Prosaic

25 1 1
                                    

Sedate, in peace thanks to your mellifluous eyes, to the incandescence and the shadow that your smiles cast upon a world reduced to sweet, coffee-flavored ashes.

The petrichor has arrived and you can at last breathe, our nostrils are filled with the extravagant aroma left by your vagrant tears and your letters with no addressee that could read them – death does not analyze, death observes and stalks so that we distance ourselves from her, but sometimes you're just desperate for attention and you find it where the former ends.

The irregularities of your hair inside my hands make me think that imperfection is what's most beautiful to the eyes, disorder is aesthetically pleasing and kissing the faulty infects us with beauty – I want to be so sick my bones turn into roses I could offer you for when you need thorns in your veins and harmony in your breath, a single one, a monotonous and never-ending sigh, infinite like our last and unique night of love unfolded into stories to fall asleep, into stories to not do so.

Tonight, you sleep, and you dream as big as you've always done so, and I love you more and more I imagine you laid back here in my bed, under the ceiling of stars that you died to touch and reach, and tonight the stars return you the favor and die touching you – soft, harmonious skin interrupted by cuts, lips soft as velvet to my mind, and unknown to mine, eyes that contain more stars than a cumulus and promise more dreams than eternal sleep, and tonight you've reached it all.

My space is measured in proximity to you and my time in hours wasted beside you, I plan on living forever since if we're buried together I'll be forever beside you – tell me, don't you desire messing with the world travelers, since our ashes will fly around it, hand in hand and singing soft, silly, meaningful melodies, the dance movements all there as we feel the music of each other in the eternal body?

Like the rivers we flow and disembogue into something so superior and greater than us, and we encounter a uniform sea of senses and sentiments, of luminescence and iridescence descending from you highest sky, the one we reach tiptoeing and chafing the ethereal ambition of having one another.

Oh, ineffable aura cast by your wellness, wrapping my fatigued soul with much needed and agonizing positivity, I wish you were a sleepwalker so you could visit me in my nights of insomnia, a serendipity: I was searching for escape and find by chance claustrophobia thanks to you, an oxymoron that makes me stay in the pain of myself, and in the relief of your presence.

Epiphany of mine when I discovered the fabled romance between us both, loving each other doesn't imply romantic feelings and amorous verses, loving you implies a simple complication that involves everything known to men – to sum up, I love you like I love solitude, with you I feel everything but romantic life, yet I want it.

ORIGINAL VERSION IN SPANISH

Prosa

Sosegado, en paz gracias a tus ojos melifluos, a la incandescencia y a la sombra que tus sonrisas proyectan sobre un mundo reducido a dulces cenizas sabor a café.

El petricor ha llegado y se puede respirar, nuestras narinas se llenan del aroma extravagante que han dejado tus lágrimas vagantes y tus cartas sin destinatario que pueda leerlas – la muerte no analiza, la muerte observa y acosa para que nos alejemos de ella, pero a veces uno está desesperado por atención y la encuentra donde acaba ésta misma.

Las irregularidades de tu cabello en mis manos me hacen pensar que la imperfección es lo más hermoso a los ojos, el desorden es estéticamente agradable y besar lo defectuoso nos contagia belleza – yo quiero estar enfermo hasta que mis huesos se vuelvan rosas que pueda ofrecerte para cuando necesites espinas en tu venas y armonía en tus respiros, uno solo, uno monótono y sin final, infinito como nuestra última y única noche de amor desplegado en historias para dormir, en historias para no hacerlo.

Hoy, duermes, y sueñas tan grande como siempre lo has hecho, y yo te amo cada vez más te imagino echada aquí en mi lecho, bajo el techo de estrellas que morías por tocar y alcanzar, y hoy las estrellas te devuelven el favor y mueren al tocarte – suave piel armoniosa interrumpida por cortes, labios suaves tal terciopelo en mi mente, y desconocidos en los míos, ojos que contienen más estrellas que un cúmulo y prometen más sueños que eterno dormir, y hoy lo conseguiste todo.

Mi espacio se mide en proximidad a ti y mi tiempo en horas gastadas a tu lado, pienso vivir para siempre pues si nos entierran juntos siempre estaremos al lado – dime, ¿no quieres joder a los que visitan el mundo, ya que nuestras cenizas volarán alrededor de él, tomadas de la naricita de elefante y cantando melodías tontas e importantes, los movimientos de danza todos ahí, pues sentimos la música de cada uno en el cuerpo sempiterno?

Como río fluimos y desembocamos en algo tan superior y que nos sobrepasa, y nos encontramos con un mar uniforme de sentimientos y sentidos, de luminiscencias e iridiscencias descendiendo de tu cielo más alto, de aquél que alcanzamos poniéndonos de puntitas y rozando la ambición de tenernos a cada uno.

O, inefable aura proyectada por tu bienestar, envolviendo mi fatigada alma de positividad muy necesitada y agonizante, quisiera que seas sonámbula para que me visites en mis noches de insomnio, una serindipia: yo buscaba el escape y encuentro por casualidad la claustrofobia gracias a ti, un oxímoron que hace que me quede en el dolor de mí mismo, y en el alivio de tu presencia.

Epifanía la mía al descubrir el romance de fábula entre los dos, amarse no implica románticos sentimientos y amorosos versos, amarte implica una simple complicación que envuelve todo lo conocido al hombre – para resumir, te amo como amo a la soledad, contigo siento todo menos vida amorosa, pero la quiero.



Necker Cubed Brain.Where stories live. Discover now