La Quinta Vez que Nos Vimos

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La quinta vez que nos vimos.
Un gran paso en realidad.

Pude lograr después de mucha intervención en nuestra ¿cita? en el café que me llevaras a ver a tu madre.

. . .

Íbamos subiendo la escalera para llegar al penúltimo piso donde se encontraba tu madre.
Cuando algo se me cruzó por la mente.

"—¿Por qué tu padre no está aquí?— se me salió la curiosidad antes que la razón.

—Ah...es mi turno ahora.

—No...se te escapó, creo, decirme que pasas la mitad del tiempo aquí.

—L-La otra mitad mi padre está aquí.

—Tienes práctica y escuela, no me mientas. ¿Por qué no viene?

—Eso es por que...trabaja hasta tarde.

—...¿Es enserio?

—Depende...

—¿De qué?

—Si usted lo cree...

—Furihata...

—Él —cortaste—. Mi padre. Está en Kyoto desde hace más de dos meses.

—¿Qué hace allá?

—Puede o no que lo hayan transferido...puede o no que haya aceptado por mi culpa...

—Explica.

—Verbo "Poder"-

—Fu...ri...

—¡Bien! ¡A mi padre le ofrecieron un trabajo con el doble de sueldo si se transfería a Kyoto y no quería aceptarlo, así que lo presioné para que fuera!...L-Lo sie-ento...—Te diste cuenta que habías gritado—. No quise gritarle...

—N-No importa —traté de cerrar los ojos que había abierto como platos—. ¿Por qué te molesta hablar de eso tanto?

—...Simplemente sé lo que dirá, Akashi-san. Soy un egoísta que por dinero hizo que su padre dejara a su madre sola en un hospital. Las últimas personas que traje sólo me escupieron en la cara y se fueron, por eso ni el Seirin lo sabe. Así que...—Callaste en el momento en que había rodeado tu cuerpo con mis brazos—. ¿Q-Qué está ha-haciendo?

—Deberías dejar de ser tan molesto.
Y deberías dejar de llamarme por "usted". Tenemos la misma edad —acaricié tu cabello con una mano—. No me iré. No eres egoísta. Dime, ¿Por qué razón presionaste a tu padre en realidad?

—D-Dinero...

—¿Y ese dinero era para...?

—...Poder pagar la estancia de mi madre aquí..

—Te lo dije —alzaste la vista con una sonrisa —. No tengo por qué irme.

. . .

Pasamos a la habitación.

Charlamos unos momentos con tu madre.
Más bien, me presentaste con ella.

Le contaste sobre tu padre y las noticias de su trabajo.

Y aunque ella tuviera cerrados los ojos, sé que nos oía.

. . .

Saliste de la habitación. Hora de irse.

Yo me acerqué a tu madre.
Hice una promesa.

"Furihata-san. Por usted, yo cuidaré de Kouki. Él simplemente tiene algo que me hace querer protegerlo de todo, estar con él. que la razón es estúpida. Pero no es todo. Su hijo es...terriblemente...especial...y, por dios. Sé que quiero ser alguien en quién se pueda apoyar cuando crea que caerá. Él merece ser amado, apoyado, todo. Sólo...lo prometo. El día que usted despierte, me verá al lado de su hijo, lo prometo, sin falta."

Después de esa promesa que no había planeado, confirmé que iba estar para la sexta vez que nos vimos.
Y, muchas más.

La décima vez que nos vimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora