Capitulo 15

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El dia transcurre lento, entre los brazos de Pedro. Le quiero y no puedo hacer nada. Mis amigas estan locas, no paran de bañarse en el mar, jugar, beber, bailar... divertirse como jovenes que somos. Incluso Jaime parece estar pasandoselo bien.

Unas ganas enormes de introducirme en el mar me invaden. Tomo a Pedro de la mano y llegamos al agua salada y fria. Nos da igual y nos adentramos.

Jugamos con las olas, nos salpicamos, nos ahogamos entre nosotros con dulces caricias para acabar besandonos. Todo va sobre ruedas pero en un instante toda mi alegria se va al garete. Jaime desde la orilla me mira con un aire de desacuerdo.

Tire el papel con el nombre de aquella mujer y no me voy a matirizar por ello. Dejare el tema a parte, nadie opinara sobre mi vida. Todo sera como venga.

Unas horas despues, despues de haber cenado, decidimos ir a alguna discoteca cercana donde hay dos por uno en bebidas. La noche promete.

Carmen se ha puesto unos tacones demasiado altos e incomodos, subida en Oliver consigue llegar a la disco. Todas lucen unos vestidos preciosos, predomina el negro. Mi vestido, blanco, quizas excesivamente corto, con un cinturon ceñido a mi cuerpo hace que Pedro sonrria cada vez que le cazo mirandome.

Entramos y pronto nos dirigimos a la barra aunque parece que tardaran en atendernos, esta lleno de gente. Una ronda de chupitos para empezar la noche. Pedro toma la iniciativa y comienza a bailar muy cerca de mi. Besos y roces. Las bebidas eran las mas destacadas de la noche. El dos por uno ha llegado a todos los lugares y la gente no ha dudado en venir.

Alicia me pide salir para poder respirar, erl ambiente esta muy cargado. En el exterior unas niñas de apenas quince años muestran los efectos del alcohol. Alicia parece preocupada.

-Alicia, ¿estas bien?

-Pues... creo que tengo un problema.

-No me asustes...

-¿Te acuerdas de Roberto? Es mi vecino del pueblo, el chico rubio que tienes detras.

-Si, me acuerdo.

-Me... gusta...

-Lo dices como si fuera una desgracia.

-Anda, vete a hablar con el como si te acordaras de haberle visto.

-¿Y si a Pedro le parece mal?

-Yo se lo explico, porfavor, porfavor...

-Vale lo hago pero solo porque eres tu.

-Gracias gracias gracias

Me dirijo a Roberto que parece no acordarse de mi.

-Hola Roberto, ¿sabes quien soy?

-Me suenas del pueblo...

-Si, hacia mucho que no nos veiamos.

-Si. ¿Estas sola?

-No, ahi tienes a tu vecina.

-Es verdad, voy a saludarla.

Al girarme para acompañar a Roberto veo que Pedro me mira desde la puerta. No parece muy contento. Me hace un gesto para que le acompañe a un lugar ma silencioso. Pienso las explicaciones que le dare, no he hecho nada malo.

Estamos cerca de la casa de Eva. Hemos caminado mucho y no hemos hablado nada. Pedro camina con un vaso en la mano que desprende cierto olor a ron. En frente su coche. Con un gesto me indica que monte. Ya dentro no se que decir. Es el quien comienza la comversacion.

-¿Quien era?

-Un amigo.

-¿Solo?

-Si, solo un amigo.

-Ya, claro.

Los sintomas de embriaguez se hacen aun mas visibles cuando arranca el coche. No esta en condiciones de conducir... esto no puede acabar bien.

Cada mañana estas aquiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora