Capitulo 1
Cada mañana. Me despierto con el sonido del despertador... Melendi, lagrimas desordenadas. Me levanto soñolienta, confundiendo las zapatillas de pie y frotandome los ojos con las palmas de las manos. Persiana arriba y ¡ZAS! Un rallo de luz me impide ver el colorido parque que se observa desde mi ventana.
Con una goma azul que, a duras penas consigo sacar de mi muñeca, recojo mi larga melena lisa. Unas mechas rubias resaltan en el color castaño de mi coleta.
- Estas mechas ya no tienen color... No me las volvere a hacer...
Rapidamente, saltando lo escalones de dos en dos, lego a la cocina donde mi gran gato negro duerme tranquilamente. Dispuesta a abrir el armario donde se encuentra el cafe. Cuando, ¡Din Don! El timbre suena y consigue que aparte mi mano de la gran jarra donde el cafe espera ser servido.
Mi mano agarra la fria manilla que hace que consiga que abra la puerta. Mi compañero de trabajo, Jaime, que como todas las mañanas trae en su maño una gran bolsa marron con una docena de churros. Le invito a pasar con una gran sonrisa.
-Acabo de despertarme- Le digo mientras nos sentamos en los altos taburetes de la cocina- No me ha dado tiempo a preparar cafe...
-No pasa nada, ¿para que estoy yo sino? -Me dice mientras me guiña uno de sus ojos azules.- Me e pasdado antes por la redaccion y Pedro me ha dicho que tiene trabajo para ti, que te lo envia por correo.
-En un rato me pongo al portatil y empiezo a trabajar. Espero que sea algo complicado, me gustan los retos.
-Bueno, dejemos el trabajo para despues que se nos enfrian los churros.
