Ya es la hora. Mi jornada de trabajo ha terminado. Porfin puedo evadirme de todos los articulos e investigaciones. Saco la lista de la compra, son las ocho y a las 9 cierran los supermercados. Si me doy prisa llegare a tiempo. Dispuesta a abandonar la redaccion noto una mano que acaricia con dulzura mi cintura.
-Me dijiste que tomarias algo conmigo- Dice Pedro invitandome a salir con su mano.
-Tengo que hacer la compra, sino mañana no tendre que comer, ni hoy que cenar- Contesto
-Y si cambio mi proposion- Dice mientras caminamos por la calle.
-¿Como?- Pregunto extrañada
-Te invito a cenar, y mañana a primera hora te acompaño a compar ¿Si?
-Me parcece bien-Digo mientras me adelanto unos pasos- Y ¿donde cenaremos?- Pregunto girandome hacia el.
-La verdad... no lo se.
-No pasa nada, ¿vamos al burguer?
-Venga. Te echo una carrera- Dice mientras se aleja corriendo calle arriba.
Le persigo. Mis pies se tambalean por culpa de los tacones. Tendre suerte si no se rompen.
-¡Pedro espera!
No me escucha. Acelero y logro agarrar su brazo.
-Me alcanzaste pequeña.
(Media hora despues)
-No me robes las patatas- Digo con tono enfadado.
-Enfadada estas guapisima
-Seras tonto, luego me llevaras a casa ¿no?
-No- Dice pedro rotundo- Te llevare al bar de un amigo a tomar algo.
-Ese no era el trato
-No te enfades conmigo- Dice mientras se rie
Acabamos de cenar y agarrada de su mano dejo que me guie por estrechas callejuelas. A lo lejos unas luces de neon nos indican el camino. Unos metros antes de la entrada ya se sienten las vibraciones en el suelo. Entramos y sin soltar mi mano, Pedro, me conduce hasta la barra.
-Te pedire algo dulce, un vodka negro, esta riquisimo- Comenta Pedro.
La musica esta demasiado alta, asi que me acerco a su oido y sintiendo su respiracion junto a mi cuello, le acepto su bebida. Agarra mi mano de nuevo y me acompaña hasta la pista. Coloca sus manos sobre mi cintura y las mias se deslizan sobre su cuello.
Las copas se sucedian. Una tras otra.
Las cinco de la mañana... Segimos bailando...
-¿Nos vamos?-propongo- Ya es tarde.
-¿Piensas ir hasta tu casa a estas horas?- Dice pedro con tono sarcastico.
-No me habia dado cuenta... sera mejor que me ponga en camino.
-No seas tonta yo vivo aqui al lado. No me importa tener compañia esta noche.
-No quiero molestar. Pedire un taxi.
-Me niego- Pronuncia mientras coge mi mano- Ademas hemos bebido mucho.
-Bueno vale. Pero para desayunar quiero churros con chocolate- Digo zanjando el tema.
-Lo prometo.
Ambos caminamos direccion a su casa. Mis pies casi no se separan del suelo. Las copas tomadas esta noche nos han afectado.
En el portal de su casa, Pedro cae sus llaves. Las recoge y entramos a su piso.
-Tengo unas camisetas que te pueden servir de pijama- Me ofrece.
-Gracias. Mañana, vamos a tener una resaca...
Pedro sonrie y sin pronunciar nada mas une sus labios a los mios. No me opongo, no se si es por el acohol o porque realmente lo estaba deseando. Me dejo llevar. Su camiseta cae al suelo,m segundos despues mi vestido le acompaña. Besandonos nos acercamos a su cuarto. Sus manos recorren mi espalda y las mias su escultural torso.
Entramos en su habitacion y nos dejamos llevar por la pasion.