Es Navidad...
El 23 de diciembre, Valeria nos a Andrea y a mí un oso de peluche, ella también se compró uno. Nos la pasamos todo el día jugando con ellos, el mío era color perla, el de Vale era color miel, y el de Andrea color chocolate. No eran ni tan grandes ni tan pequeños, y eran tan tiernos. En fin, como ya dije, jugamos todo el día con ellos, esos peluches dejaban pelo por toda la casa.
El día 24 yo amanecí enferma de la garganta, nadie estaba enfermo así que creímos que era una alergia. Efectivamente, yo tenía alergias a los peluches, en especial los que desprendían pelo. Yo no quería estar enferma el día de la víspera de la Navidad. Me vi obligada a regalar el hermoso osito de peluche, y mis hermanas tuvieron que poner los osos fuera de mi alcance.
Al día siguiente recibí una muñeca, ropa y un calendario del año siguiente. Andrea recibió una casa de muñecas y un vestido de princesa, y Valeria recibió un teclado y unos chocolates. Ese día fuimos a la casa de mis abuelos, ahí estaban mis primos. Jugamos todo el día, fue muy divertido, una de las mejores navidades del mundo, aunque quisiera haberla disfrutado más.
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Valeria
SpiritualValeria y yo siempre fuimos las mejores hermanas del mundo, pero cierto día, la felicidad en mi vida se desvaneció.