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Amaia bajó muy decidida, Dylan no dejaba de mirarla...

Qué haces acá?- preguntó molesta.

No puedo saludar a mi compañera y a su hermosa hija?- respondió sarcásticamente. Amaia lo miró mal y fue a la cocina, la siguió y la cogió de la cintura acercándola a el.

Vine para saber porque te fuiste así- susurro en su oído.

Amaia se puso nerviosa, me fui porque no pienso seguir cayendo en tu juego- contestó.

A si? Entonces porque me dejas que haga esto- volvió a susurrar y la besó.

Amaia correspondió, como tantas veces desde que esto empezó, no podía negar que se moría por estar con el cada segundo.

Se apartó y comenzó a negar...

Qué pasa?- preguntó sorprendido.

No, no puedo...esto no- contestó apenada.

Por qué no Amaia? Somos adultos podemos hacer lo que nos de la gana- dijo, y guiarnos por lo que sentimos- pensó..

Dylan..es que yo no quiero solo sexo, quiero alguien que me cuide que me haga feliz y acepte a Scarlett...que tenga un papa con el que jugar y aprender cosas- contestó medio llorando.

Yo nunca estuve con nadie, solo era sexo pero..lo podría intentar, no eres como las demás...haces que me ablande con mirarte y, eso me sienta bien- dijo sonriendo.

Amaia sonrió y no dudo en besarle, Scarlett fue a la cocina y les vio...comenzó a gritar.

Qué pasa pequeña?- preguntó.

Deja a mi mama! No la hagas daño!- respondió chillando.

Mi amor no me hace daño, veni- dijo Amaia dulcemente.

Scarlett se acerco y les abrazó, no pegaras a mi mama- preguntó asustada.

No pequeña, no la haría daño- sonrío, seré tu nuevo papi- dijo.

Papi!!- le abrazó fuerte.

Dylan la cogió y se fundieron en un tierno abrazo, Amaia creía haber encontrado, al fin, la felicidad...



Actor EntrometidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora