Miró a ambos lados y como pudo verificó que ningún tipo de ser viviente la estuviera observando. Cerró sus ojos y soñó, y en su sueño se repetía la misma secuencia de siempre: ella era arrastrada, inconsciente, por un grupo de animales hacia una estación de trenes semi abandonada, allí y solamente allí los feroces seres de cuatro patas la rodeaban para luego devorarla. Sí, era escalofriante, pero como le dijeron una vez: "La diferencia entre los sueños y la vida real es que, lo primero sólo sucede cuando apoyamos la cabeza en la almohada, pero, el segundo, lamentablemente es aquello con lo que lidiamos cada día de nuestra misera vida."
Menos mal que todo aquello no era más que una desagradable pesadilla, así que, lentamente levantó sus parpados con la esperanza de despertar en su habitación, un poco asustada y sudorosa ,sí, debido al mal momento, pero con la certeza de que nada había pasado. Sin embargo, cuando vio la escena su cuerpo solo logró reaccionar con escalofríos: todavía estaba acostada, pero, no en sus suave y cómoda cama sino que estaba acostada en el desnudo y frío suelo de aquel odioso pero a la vez familiar sitio que ya formaba parte tanto de sus pesadillas como de su vida cotidiana. En efecto, estaba atrapada en su propia realidad.
CONTINUARÁ...
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Sí decidieras leerme...
De Todo"Y después de mucho tiempo decidió desintegrarse y así lo hizo y plasmó cada parte de sí misma en un libro virtual y fue millares de historias y vivió millares de vidas y así, descubrió el sabor de la felicidad." Esta NO es una novela, sino que es...
