Pasamos el resto de nuestra vida, aferrándonos a la absurda idea de que, en algún lugar de este bendito universo, existe aquella persona que está dispuesta a ser nuestra salvación y creemos tanto en esa suposición que, podría decirse que nos convertimos en extraños supersticiosos. Pero lo peor de todo es que, cuando esa persona llega, la dejamos ir.
ESTÁS LEYENDO
Sí decidieras leerme...
Diversos"Y después de mucho tiempo decidió desintegrarse y así lo hizo y plasmó cada parte de sí misma en un libro virtual y fue millares de historias y vivió millares de vidas y así, descubrió el sabor de la felicidad." Esta NO es una novela, sino que es...