9

78 8 0
                                    

Pasamos el resto de nuestra vida, aferrándonos a la absurda idea de que, en algún lugar de este bendito universo, existe aquella persona que está dispuesta a ser nuestra salvación y creemos tanto en esa suposición que, podría decirse que nos convertimos en extraños supersticiosos. Pero lo peor de todo es que, cuando esa persona llega, la dejamos ir.

Sí decidieras leerme...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora