Capítulo 4

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-Dios, Cyn.-Traté de abrazarla, pero ella se alejó.

-Tienes que irte, puede volver en cualquier momento.

-No me iré, voy a curarte y cuidarte.

Tomé el botiquín y saqué un poco de algodón y alcohol. Cynthia no opuso resistencia cuando acerqué un trozo de algodón a su rostro, pero hizo una mueca cuando la pasé por su herida.

-¿Duele?

-Sí.-musitó.

-Lo haré con cuidado.

Lo hice de nuevo, con suavidad. Una vez que terminé, la miré. Ella seguía llorando, y eso me partía el alma.

-¿Qué pasó exactamente?

-Él...viene borracho casi todos los sábados...

Por alguna razón, sentí que mentía.

-Cyn...

-¿Qué?

-Dime la verdad.

Se quedó en silencio unos segundos.

-Cree que lo engaño.-susurró y cubrió su rostro.

Me parecía absurdo. ¿Ella? ¿Engañar a John? Imposible.

-Está loco.

-Puede ser. Pero no me cree cuando le digo que no es cierto.

-Él te engaña, si le preguntaras, ¿crees que aceptaría la culpa?

-Creo que...Espera, ¿él me engaña?

Sus ojos pardos se clavaron en los míos. Exigían una respuesta. Arruiné todo, otra vez.

-Eh...Eso...Eso iba a decirte el otro día.

-No puedo creerlo. No es cierto, sí puedo. Y pensar que dice que me ama.-bufó y limpió el rastro de lágrimas.

-Lo lamento, Cyn.

-Es solo que...Con esto me queda claro que él realmente no me ama. Lo único que nos une es Julian.

-No digas eso, sé que hay algo más.

-No, no lo hay. Jane, ¿qué harías si tuvieras la opción de ser feliz con quien realmente amas? ¿Lucharías por...él, a pesar de todo?

-Supongo que sí... ¿Y tú?

- ¿Y si esa persona prohibida?

-¿Prohibida?

-Me refiero a...No sé. Imagina que es George.

La sola idea me hizo reír. ¿Yo enamorada de George?

-¿De qué te ríes?-Frunció el ceño.

-Es que...es que.-dije entre risas.- ¿Por qué George?

-¿Porque John es John y Ringo es Ringo? Y ya estás enamorada de Paul.

-Ahh.-seguí riendo.-Bueno, en el hipotético caso de que me gustara George, creo que lucharía por él. Y si a ti te gustara...no sé... ¿Paul?

-¿Por qué Paul?

-¿Porque Ringo es Ringo y George es George? Además, ya estás enamorada de John.

-Sí...Lucharía por...Paul, supongo.

-¿Por qué todas estas preguntas?-Guardé las cosas en el botiquín.

-Pues...nada. Solo curiosidad...

¿Me convenció su respuesta? No. Quería saber más, estaba segura de que ocultaba algo.

-Cyn...

-¿Sí?

-Me estás mintiendo.

-No...

-SÍ.

-No.

-Sí.

-No.

-No.

-Sí. ¡¡Agh!!

-Lo sabía.-sonreí victoriosa.-Dime.

-No hay nada que decir, Jane.

Suspiré. Si ocultaba algo, no lo sabría. Al menos no ahora.

-¿Quieres comer algo?-Dije de pronto.

-¿Eh? Emm...Sí, claro.

-¿Qué se te apetece?

-Cualquier cosa. Aquí no hay comida.

-Entonces vamos a mi casa.-Sonreí.

-¿Paul no está ahí?

-Para esta hora lo más probable es que esté durmiendo.

-Oh, bueno. Vamos.

Preparó unas cosas para irnos y llegamos a mi casa rápidamente. Abrí la puerta despacio, y noté que las luces estaban apagadas. Tenía razón, Paul estaba en la cama. Fui a la cocina y abrí la nevera.

-Hay guisado que sobró del viernes. ¿Te parece si lo calentamos?

-Claro, me parece bien.

Mientras la comida se calentaba, pusimos la mesa. Saqué una botella de vino y serví dos copas. Serví el guisado en dos platos y nos sentamos a disfrutarlo.

-Está delicioso.-Comentó apenas dio la primera cucharada.

-Gracias.-Sonreí y llevé un poco a mis labios.

Pasamos el rato conversando, con cuidado de no despertar a quien dormía en el piso de arriba. Cuando terminamos, dejamos los platos en el lavavajillas y subimos las escaleras.

-Te presto un pijama, acompáñame.

Ella me siguió hasta el cuarto. A tientas busqué mi cajón y saqué un pijama rosado que tenía. Se lo di y ella fue al cuarto de huéspedes. Entré al cuarto con Paul, me puse el pijama y me acosté. Al apagar la luz de noche me dispuse a dormir, cuando sentí un peso a mi lado.

Luego, unos labios sobre los míos.

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Drama everywhere xD



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