Por Agusrocchi

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Sin notarlo si quiera, la nieve había comenzado a caer. Cada copo se acumulaba despacio en el suelo, dejando un manto blanco delicado que hacía que la noche sea más bella. Y no era la nieve, o el frío lo que ponía expectante y feliz a Louis. Ni siquiera que fuera su cumpleaños. No, nada de eso lo entusiasmaba más que la navidad.
Él solía ser de esos que no le importaba mucho las fiestas, que detestaba las reuniones familiares, que prefería resguardarse del terrible invierno en su cuarto. Pero todo eso había sido antes.
Ahora aguardaba la navidad todo el año. Contaba los días que faltaban, y en ese momento solo los minutos. Su emoción hacía que no dejara de morderse las uñas. Los nervios lo hacían caminar de un lado al otro en la habitación. Miraba el reloj, como si fuera un reflejo.

Estaba solo en la sala. Los regalos que su madre había comprado para él y sus hermanitos estaban bajo el árbol, que se encontraba encendido, iluminando todo el living con luces de colores rojos, verdes, amarillos y azules. Los adornos ese año los había puesto él. Estaba orgulloso de su propio sentido de la decoración. Las medias navideñas no las había puesto en la chimenea, pensaba que era lo típico y lo obvio, por eso decidió colocarlas en la baranda que subía junto a las escaleras. También había luces en el exterior de la casa, haciendo que el hogar de los Tomlinson sea el más bonito de la cuadra y seguramente del barrio.

Miró hacia todos lados, procurando que no faltara nada antes de las doce. Su familia estaba descansando, todo estaba en silencio, solo se escuchaban sus pasos y el ulular del viento invernal. Descubrió entonces para su sorpresa que Daisy y Phoebe habían olvidado la leche y las galletas. Era lo único que debían hacer, y quizás lo más importante, y no lo habían hecho. No se molestó, resopló rodeando los ojos y corrió a la cocina. Abrió la heladera y sacó la caja de leche, la sirvió en unas tazas y las puso a calentar en el microondas. Mientras el artefacto hacía su trabajo, agarró las galletas con formas adorables que Felicite había hecho ese mismo día. Mordió una, procurando que sean de la mejor calidad, y corroborándolo en seguida. Puso 10 de esas galletas en un plato, y cuando sonó el timbre indicando que la leche ya estaba, se dirigió a la sala de estar una vez más, con cuidado de no tirar la bandeja donde había colocado todo. La dejó sobre la mesa de té, frente al sofá, y se sentó en este.
Su vista iba del reloj hacia la leña que no estaba encendida, para luego ver a través de la ventana como caían más a prisa los copos de nieve. Se preocupó un instante, pensando que el clima no favorable podría demorar la llegada, pero luego se relajó, sabía muy bien que la navidad no podía retrasarse.

Apoyó su cabeza sobre un almohadón que había en el sillón, y se quedó dormido.

Una mano en su boca lo hizo despertar. Un guante blanco y suave cubría sus labios. Sus ojos celestes se encontraron con unos color café. Intentó hablar, pero el otro solo le pidió silencio.
-Lou...- Susurró. -No hables, haz silencio por favor -Poco a poco dejó de taparle su fina boca, y lo ayudó a incorporarse.

-¿Dónde está...?- El otro lo miró con un aire amenazante, pues Louis sabía que no debía hablar. -Santa, dime donde está.
-Louis, silencio.
Escuchó un sonido directo de la cocina, se sobresaltó mirando para la puerta que llevaba hasta allí. Un muchacho delgado, moreno y de unos bonitos orbes marrones con unas enormes pestañas se asomó. Louis sonrió de inmediato al notar quien era. Pero aún así no estaba del todo contento.

-Hola, Lou. Feliz navidad.- Dijo el joven vestido de verde. Traía un traje de duende.
-Igualmente, Zayn.

-Un año entero sin vernos, y si que has crecido. Me gustaría decir que ya no puedes ser un duende, pero sigues siendo bastante bajito de todos modos.

-Que chistoso.- Sonrió y se acercó a saludar. -Tengo galletas para ustedes.- Indicó el plato y los dos se acercaron a agarrar un par.

-¿Las hizo Fizzy?- Preguntó con la boca llena Zayn, y el dueño de casa asintió.

Proyecto: Navidad 2015 || ONE SHOTS || ElCartelDeLarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora