Él entró a aquella cafetería esperando ver a sus amigos, pero ahí dentro sólo se encontraban una pareja y una chica que escribía en un cuaderno similar a una libreta antigua.
Él entró y se sentó cerca de la pareja en una mesa para cuatro.
Durante unos diez minutos, se dedicó a observar a la chica escribir. Y fueron justamente diez minutos lo que tardaron en llegar sus amigos.