Él extrañado, simplemente lo dejó pasar, hasta que ella, en un papel, le preguntó: "¿No te molesta esto? ¿De verdad?" y Él en voz alta sólo dijo: "¿Qué?"
Ella volvió a anotar: "El que sea muda, no te molesta?"
Ahora entendía... pero no, no le molestaba en absoluto.