La crisis estaba afectando bastante a mi familia. Acababa de cumplir los 16 y necesitaba trabajar para poder ayudar a mi madre a pagarme un bachillerato en un colegio concertado, puesto que en mi zona los públicos eran bastante malos. Tras meses buscando, mi prima me consiguió uno. Trabajaría de chica del servicio en la casa de un artista, el cual nadie quiso decirme quién era.
Pasó una semana. Me habían enviado un paquete a través de un chofer, ¿tan importante era que no supiera quién era? Lo abrí y había dos uniformes. Los dos eran muy monos, uno era más cortito y otro más largo. El chófer me dijo que vendría a por mí el lunes. Así fue, pasó una semana y vino a por mí en un Mercedes, ¿dónde me habría metido mi prima?
Llegamos, era una casa bastante grande. Me recibió una señora mayor, una tal Antonia, que me llevó dentro. Entonces fue cuando conocí a la dueña de la casa.
