¿Madre e Hijos? Parte 1

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Han pasado ya varios días, desde que está en el hospital... Ya solo quedan dos dosis, para que aprenda la lección para siempre... Sí... Aquí estoy... Enfrente tuya con la penúltima aguja... Pero no sufras... Todo irá mucho mejor una vez te haya inyectado mañana... Acercaba lentamente la aguja hacia Mark, pero de pronto... El móvil sonó.

¿Quién diablos será? Oh no... La pesada de Ana...
- ¿Qué quieres ahora?
- Pascual. Es hora de que hablemos.
- Ya te dije, no somos nada más que amantes...
- ¿Vas a venir a verme?
- No.
- Ok. Adiós.

Cuelga el teléfono.

Esta tía... Es muy problemática, desde lueho. No sé, como pudo conseguir seducirme. Puf... Venga va. El penúltimo pinchazo.

Se disponía, a darle la inyección a Mark. Pero de pronto escuchó como alguien se acercaba a la habitación, por lo que de una manera rápida y eficaz paró su movimiento.

- ¿Pascual? ¿Qué haces aquí?
- Tranquilo Gustavo. Solo miraba como avanza el paciente.
- Pero ese no es tu trabajo. Además, no es muy recomendable estar aquí, y menos sin permiso. El paciente está en estado grave.
- ¿Y tú lo tienes?
- Sí. Tengo un par de días de autorización para observar durante 48 horas sin descanso al paciente.
- ¿Qué?

Mientras tanto en casa de Ramón y Cintia. Se encontraban reunidos estos con Marta.

- Querida Marta. ¿Estás muy preocupada?
- La verdad, es que sí y mucho... Ojalá pudiera hacer algo más por Mark...
Sí pudiera hacer algo... Ojalá recibiera una señal... ¡Algo! Ring, ring.
Escuchad Ramón y Cintia. Tengo que salir, tengo una llamada de Ana.
- ¿ANA? ¿Nuestra Ana?
- Sí.

Por lo que Marta, salió a la calle y cogió el móvil.
- Dime cariño.
- Agh... ¡Marta!
- ¿Qué te pasa?
- Perdóname, ¡por favor!
- Pero. ¿Qué ocurre?
- Es sobre... ¡Pascual y Mark! Por favor, ¡reúnete conmigo! ¡Necesito contarte muchas cosas!
- ¿Sobre Pascual y Mark? ¿Qué cosas? ¿Dónde quedamos?
- Dirijete al centro, y desde la plaza podrás ver un edificio que pone Hard. En ese edificio hay un portal, entra y sube a la segunda planta, n° 34.

Y de ese modo Marta, se marchó y pensando en todo lo ocurrido, no podría explicarse, que tenía que decirle Ana.
En apenas 10 minutos, Marta. Tocó la puerta que dijo Ana, y de una manera lenta y temblorosa, esta abrió la puerta. Mientras que con una fina voz que salía de sus labios dijo...
- Hola, Marta...
- Hola, Ana. ¿Qué sucede?
- Pasa, pasa...
- A ver... Dime.
- Es muy largo de explicar... Lo primero que te diré es que no me odies...
- ¿Cómo podría?
- Pascual y yo, manteníamos una relación.
- ¿¡Qué!?
- Todo empezó, hace dos años o así. Verás... Siempre me atrajo un poco. Y un día... Me lo crucé... Y bueno yo... Le seduje... (Recibe una bofetada)
- ¿¡Y tú eres mi amiga!?
- Escu....cha dijo mientras empieza a llorar.
- ...
- Marta... Él... Finjió su muerte...
- ¿CÓMO?
- Mira... Aquí tienes... Se dejó un volante o algo de un día que ha trabajado...
- No es posible... Pero... Si... Esos días. Son los que Mark. ¡Ha estado en el hospital!
- Y no solo eso, sino que en el mismo hospital... Marta... Pascual está intentando que Mark. No se despierte nunca.
- ... ¡Tengo que marcharme!
- ¡No! Espera...
- Aún... Hay más... Y esque el otro día... Accidentalmente choqué con una señora... Y esta tenía... Fotos de Pascual y Mark...
- Em...
- Le pregunté... Qué quienes eran y me dijo... Que eran sus hijos...

Un silencio atronador inundó la habitación, mientras los ojos de Marta, casi llorosos, desprendieron unas lágrimas... ¡Todo coincide! ¡Ambos tienen los mismos apellidos!
Pero de pronto, la televisión anunció una terrible noticia.

Y el político John, ha sido encontrado. En una pequeña cabaña, casi descuartizado por completo... El funeral se dará esta tarde a las 19:00.

- Marta... Lo siento... De verdad...
- ... Ten... Tengo que irme. Gracias por todo Ana. Esto ya queda en... Mis manos...

Marta abrió la puerta y puso rumbo hacia su casa, quería vestirse e ir... Era la última posibilidad de ver a su padre... Ella sentía que su relación había sido muy mala y escasa, pero a pedar de todo, ella lo quería como toda hija quiere a su padre... Pero no entendía, la explicación de su relación tan... Cerrada.

Así pues, Marta. Se había preparado. Y llegó la primera al funeral. Junto a una señora... La cual parecía, estar demasiado triste para no ser un familiar...

En ese preciso instante, llegó el ataúd y las personas que lo seguían. Dándose como comenzado el funeral. Algunas personas dieron unas palabras hacia la víctima. Mientras tanto, en su interior, Marta daba las suyas.

Padre... Siento haber sido una hija tan mala, e irresponsable... Siento que tú y yo, no hallamos compartido casi ningún momento, y aunque no encuentro la explicación y los motivos para nuestro distanciamiento... Yo ... ¡Te AMO PAPÁ!
Em... ¿Por qué esa mujer llora tanto? ¡No la conozco! ¡Quién será?

Finalizado el funeral... Todos se marcharon, salvo esa señora... Por lo que Marta, decidida se aproximó y le preguntó abiertamente.

- ¿Tú quién eres exactamente?
- Ho...hola *snif* Aún te recuerdo... Eres la jovencita, de hace unos meses, la de los dolores... Por el tiempo que ha pasado... Imagino que lo has perdido... Lo siento, mucho... Eso de perder a un hijo, es muy duro...
- Em... Lo siento. Pero... ¿Usted quién es exactamente? ¿De qué conocías a mi padre?
- Verás... Cuando tu padre dejó a tu madre... Nos conocimos y estuvimos juntos una temporada...
- ¿Qué?
- Nos amabamos... Pero... Yo tenía dos hijos... Y sentía que les estaba mintiendo... De modo que... Lo dejamos...
- ESPERA... ¿Dos hijos? No serás por casualidad... ¿La madre de Mark y Pascual?
- Pero ¿Cómo...? Bueno... Para que ocultarlo... Sí... Soy yo...
Pero ya los he perdido... Uno está en coma... Y el otro ni me conoció...
- Pero... ¿Por qué?
- No podía cuidar... A Pascual... Todo era muy díficil... De modo que... Lo tuvimos que llevar su padre y yo al orfanato...
- Pero... ¿Y por qué Mark piensa que estás muerta?
- ... Cuando dejé a tu padre, osea mi segunda pareja. Este perdió la cabeza y comenzó a mandar que me persiguieran... Tuve tanto miedo... Que decidí fingir mi propia muerte... Todo por el bien de mi familia...
- ... Siento todo...
- No importa, pero de todas formas, ya no sé que hacer...
- Yo, sí. ¡Salvar a tus hijos!

Carta de un silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora