HORA DE COMER

93 12 1
                                    

Ya habían pasado 7 meses de mi nacimiento, este es un acontecimiento que tenia ganas de contarles, la razón es que es muy cómico a mi parecer, este recuerdo no me lo contó mi padre, si no mi tío Shu, todo ocurrió un día en que mi padre y mi madre tenían que salir a un evento en el que creo mi abuelo Karl, pero yo no podía ir, al ser algo para mayores y que yo estorbaría con mis llantos, todos y cada uno de mis tíos colaboraron en contarme este hecho, ya que mi curiosidad me ganó, cada uno me contó que les molesto el que fueran excluidos y que solo mi padre y madre pudieran asistir a ese evento. Todo empezó un jueves y toda mi familia se había organizado en la sala.

-Eh! Porque nos tenemos que quedar con tu monstruito-.Renegó Ayato.

-Nadie soporta sus llantos.-Le siguió molesto Kanato.

-Vamos Reiji, no nos harás cuidar a la pequeña Beatrix, si ni siquiera podemos cuidarnos de nosotros mismos.-Dijo defendiéndose Laito.

-Para eso organice una lista, que espero la sigan al pie de la letra.-Dijo Reiji molesto acomodándose los lentes.

-¿De verdad confías tanto en nosotros como para dejarnos al cargo de tu hija?-Pregunto curioso Subaru.

-No, por eso les entrego una lista.-Dijo Reiji aventando la lista a Shu.

-Tss, esto no es una lista es un manual.-Bufo molesto Shu tomando el manual antes que le cayera.

-Es una lista con instrucciones para que no se pierdan, y como no saben nada, en la lista dice dónde está localizado cada cosa.-Dijo burlón Reiji.

Ayato me contó que no tuvieron tiempo de responder, cuando mi madre y padre ya se habían ido. Todos se dirigieron a mi habitación y me observaron.

-¿Qué es lo primero que hay en el manual?.-Pregunto Laito. Después de un silencio largo.

Todos habían dirigido una mirada a Shu en la espera que dijiera algo.

-Tss, porque yo.-Bufo molesto abriendo el libro.- 1. Dar de comer a la bebé a las 22:00 pm, ¿Qué hora es?

Subaru me contó que fue un momento incomodo porque nadie tenia un reloj en mano, todos se miraron entre sí, espero en recordar dónde había un reloj. Me contó que todos se sintieron mmm... Cambiare la palabra que el dijo por tontos, ya que en mi habitación había un reloj colgado que apuntaba las 21:40.

-¿Pasara algo si le damos antes? Teddy y yo tenemos cosas que hacer. - Dijo molesto Kanato apretando su peluche a su pecho.

Laito me contó que todos miraron a Shu con la espera que el respondiera.

-Yo que voy a saber, vamos a darle de comer a esa cosa y volvamos a lo que estábamos.-Dijo molesto Shu rascándose la cabeza.

-¿Y quien la carga?- Pregunto Subaru.

-Yo la llevo.-Dijo ofrecido Laito tomando en brazos a Beatrix.- Cuando seas grande me deberás muchos favores Beatrix, espero que colabores bien.

-Deja de hablar con eso.-Dijo Shu cerrando el manual.

Todos se habían dirigido a la cocina, dejando a Beatrix en su silla para comer.

-¿Dónde se encuentra la comida, Shu?.-Pregunto Ayato mirando en todas las puertas de la cocina.

-Aquí dice que esta en la tercer puerta abajo en la primer barra, dice que la etiqueta dice comida de Beatrix en hoja blanca y que es un frasco de vidrio y se localiza a lado de su caja de té.

-¿A caso Reiji nos esta tomando el pelo?-Bufaba molesto Ayato tomando el frasco.

-Nos tome el pelo o no, nos ayuda mucho que nos de así las instrucciones.-Dijo Laito jugando con la mano de Beatrix.

-Bien, ¿ahora quien la alimenta? - pregunto Kanato.

Kanato me contó que después que todos se miraran, se sorprendió quien fue el valiente que se decidió a darme de comer.

-Tss, cobardes, yo le doy, dame esa cosa Ayato.

-Adelante Subaru, tu eres el hombre.-Dijo burlón Ayato dándole el frasco.

-Esperen, hay más en las instituciones.-interrumpió Shu.- Dice que le tenemos que colocar un tipo de pañuelo para que no se manche y con una cuchara pequeña le demos esa cosa y que si ella no quiere, que juguemos con ella para que se lo coma.

-¿Todavía esa cosa se va a poner sus modos?. - Bufo molesto Ayato.-¿Y donde esta ese trapo o pañuelo?

-Dice que en su cuarto.

Kanato me dijo que Ayato fue por el pañuelo, al colocarmelo, Subaru comenzó a darme de comer y a mitad de la comida ya no quería, todos se miraban entre sí, ya no sabían que hacer, Laito propuso hacer caras raras y todos lo hicieron y así fue como seguí comiendo hasta acabarme todo, después de darme de comer, ni uno de todos mis tíos me quiso seguir contando la historia, solo para final me dijieron que papá se enojo por todo el cochinero que habían hecho en la mansión, que el tuvo que limpiar.

Mi pequeña BeatrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora