Tú eras la luna, yo tan solo te miraba,
soñaba ser tan alto que mi mano te alcanzara,
Tú eras la musa, yo sostenía la pluma,
y pegadas bailabais un vals de palabras.
Tú eras las olas, yo la orilla,
ibas y venias, pero nunca te quedabas
¿Donde te quedabas?¿Acaso me esperabas?
¿Acaso descansabas en los versos que te regalaba?
Tú eras el oro, yo el marinero,
asaltando intrépido bucaneros por tenerte otro poco.
Tu eras otoño,yo árbol desnudo,
dejaste a flor de piel mis miedos y pecados.
Tú eras Sodoma y yo era Gomorra,
ambos destruidos por la ambición humana.
¿Que somos hoy?¿Quien somos?
Que mas dará, si terminamos de la mano.
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Epígrafo de un poeta mudo.
PoesíaRecopilación de poesías mías, de partirme en el folio y de citas con mi musa.