El niño que quiso ser ángel. (Niall & Tú)

    

 CAPÍTULO 1

Primer día de clase después de estar todo un verano sin tener que hacer ecuaciones ni analisis sintáctico. Pero ahora todos esos días han terminado, y todas esas horas pasadas tumbadas junto a la hierba se han acabado. Empieza un nuevo curso, 4 de la ESO. Y este curso no voy a dejar nada sin hacer,  ya que después de esto dejaré de ver a mucha gente con la que prácticamente he compartido mi infancia.

Solo necesito algo con lo que mantener la mente ocupada, algo con lo que poder distraerme  y no tener que pensar en mis amigos los cuales se han marchado a otro instituto dejandome a mi sin nadie con quien juntarme; necesito un nuevo objetivo que me distraiga un poco en estos meses.

Entro en el edificio, todo me resulta familiar, como si solo hiciera unos días que no pisaba aquel suelo, ni andaba por aquellos pasillos.

Subo las escaleras que me dirijen a mi clase, mi nueva clase. La gente corre por los pasillos saludando a sus amigos a los que hace meses que no ve, otros andan con la mirada perdida sin saber exactamente a donde dirijirse: los nuevos. Yo sin embargo no saludo a nadie, ya que no hay nadie a quien saludar, siento que es como si tuviera que empezar todo de nuevo.

De pronto el timbre suena y entramos a nuestra nueva aula. No sé dónde sentarme, ni con quien, todo el mundo tiene ya un compañero con el que compartir sus primeros días de curso, amigos con los que han pasado sus días de vacaciones, o parejas que aspiran a pasar juntos las próximas.

Yo no tengo nada de eso. Asi que me dirijo a los últimos pupitres, siempre son en los que más libertad puedes tener, y en donde la gente menos puede observarte.

Soy la única que se ha sentado sin nadie, pero tampoco me importa, puedo soportar estar un tiempo sola hasta que consiga integrarme de nuevo. Como se suele decir, mejor sola que mal acompañada

Antes de poder seguir avanzando en mis pensamientos entra nuestro tutor de este año, Jose Luis, al cual ya conocemos de habernos dado clase de sociales el año anterior. No parece haber cambiado mucho de un curso para otro, sigue llevando sus característicos gorros de estampados. De nuevo todo parecía indicar el retorno de una rutina que llevaba un tiempo sin seguir. Pero hay algo que si que es distinto, junto a él, entra otro chico. Entra con la cabeza gacha sin levantar la vista practicamente del suelo para observar su nueva aula, parece ser un poco tímido; es rubio y no mucho más alto que yo; sus manos escondidas en sus bolsillos confirman mis pensamientos, definitivamente es alguien tímido; no me resulta familiar su cara, debe de ser el nuevo.

-Buenos días chicos –dice Jose Luis mientras coloca sus cosas en el escritorio. La rutina no ha hecho más que retomar su curso- Espero que lo hayais pasado bien este verano .-continua diciendo.- pero me temo que ya se ha terminado y  es la hora de empezar un nuevo curso asi que centraos. Pero antes de daros la típica charla de principios de trimestre os quiero presentar a vuestro nuevo compañero .-dijo mientras se hacía a un lado mientras con un gesto del brazo señalaba al chico que hace unos minutos había atravesado junto a él la puerta que daba a la clase.-  él se llama Niall. Espero que le trateis como a uno más -sigue diciendo mientras echa un vistazo sobre la clase- Veo que solo hay un sitio libre, asi que sientate alli junto a ___________ -termina mientras indica con su dedo índice el pupitre al lado del mio.

Niall levanta la vista para buscar su sitio; me fijo en sus ojos, son preciosos y azules. Una vez que parece que ya se ha ubicado, se recoloca la mochila en su espald y se dirije con pasos tímidos y casi arrastrados hacia su nuevo sitio. A penas hace un ruido al desprender la mochila de su espalda y juntarla al asiento en el que en seguida se sienta con la misma sigilosidad con la que había entrado. Ni si quiera me dice hola.