Capítulo 5

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No conseguí asimilar la información hasta un rato después de que Niall se fuera. 

Que su madre estuviera muerta cambiaba las cosas, ya no solo su padre le pegaba sino que además no tenía a nadie a quien acudir porque su madre había muerto, tenía razón, no me puedo imaginar por lo que ha pasado. Es cierto que él tampoco se puede imaginar por lo que he llegado a pasar yo, pero en cierto modo, puedo comprender los motivos de sus cortes. Suponiendo que ese fuera el motivo, pero...¿y si no lo era? ¿y si había algo más? No lo sabía. Pero si sabía, que si había cualquier otra cosa más que ese chico escondiera, la acabaría descubriendo, solo era cuestión de tiempo. Y conociendome, sabía que ese tiempo sería corto.

Me levanté de la silla en la que estaba sentada, y mientras cogia las pocas cosas que yo había traido y que aún seguían en la mesa, y me marché con paso sosegado. No tenía prisa en llegar a mi casa, prefería demorarme un poco más para así poder pensar en todo aquello. Seguía dudando de si todos los cortes escondidos en su muñeca eran por eso. Por un lado tenía mucha lógica de que fuera la razón pero por otro...era cierto que Niall era el típico chico timido que prefiere pasar inadvertido y que normalmente esta solo, pero no porque nadie quiera estar con él, sino porque disfruta de la soledad, y que por tanto algo como la muerte de su madre le hubiese afectado de manera muy distinta haciendo que fuera aún más distante con el mundo y mucho más introvertido. Pero no un intento de suicidio continuo, que conseguiría con su muerte ¿alejarse de los problemas? Las personas que pierden a seres queridos con el tiempo acaban viendo la vida como un tesoro que saben apreciar mucho más que todos los demás y del que no se quieren desprender, lo del intento de suicidio perdería todo el sentido...aunque tal vez simplemente fuera para sentir dolor, como un castigo, pero si era eso...¿cuál era el motivo de su castigo? ¿qué más escondía? Aquel chico tenía muchos más secretos de los que yo algún día pudiera llegar a saber, pero aún así, no perdía la esperanza y sabía que acabaría averiguando la razón de su dolor.

Salí a la calle, hacía un día precioso, de esos que el sol se eleva tanto en el cielo que parece que es el dueño de él. Mientras al fondo se puede oir la brisa del viento buscando espacios entre las hojas de los árboles por donde poder recorrer su camino.

Pero apenas tenía tiempo para poder fijarme en todo eso, mi mente estaba ocupada con otra cosa y es que Niall no podía salir de mi cabeza, pero no pensaba en el de la forma que yo esperaba, no solo sentía preocupación, había algo más, algo más estaba recorriendo mi mente durante el camino; era una sensación extraña, nunca antes la había sentido. ¿Qué era aquello? ¿Qué me estaba provocando Niall? De pronto me encontraba confusa, no podía pensar con claridad, esa cosa, me lo estaba impidiendo. ¿Qué me estaba pasando?

Decidí ignorarlo y continué andando. Esta vez, con paso más ligero. Definitivamente, aquel chico me estaba provocando muchas más cosas de las que esperaba. No entendía nada de lo que estaba sucediendo.

Rápidamente llegue a casa, no había nadie, mis padres seguirían trabajando. Aún seguía confusa intentando descifrar que era lo que se apoderaba de mi mente y no la dejaba actuar con normalidad. ¿Qué es lo que estaba sintiendo? Todo me estaba pillando totalmente desprevenida. Decidí olvidarme de eso durante un rato y estudiar un poco para el examen de mates que tenía dentro de una semana, eran logaritmos y no es que los llevara muy bien.

Subi a mi habitación lentamente, sabiendo que iba a emplear toda mi tarde a estudiar, o al menos eso intentaría. Desconecté el móvil, no quería que ninguna llamada me interrumpiera mientras estudiaba. Necesitaba absoluto silencio para concentrarme, y sobre todo, necesitaba silencio para evadirme un poco de todo aquello que había pasado aquella mañana. Necesitaba olvidarme de Niall Horan durante unas horas.

Cuando por fin terminé de estudiar todo el tema y estar segura de que aprobaría el tema me di cuenta de que ya había anochecido, que rápido pasaba el tiempo cuando alguien estaba concentrado en algo en concreto. Ya eran las 21:00, ¡llevaba 5 horas estudiando! Era casi inhumano, pero este examen requería aquellas horas. No podía permitirme suspenderlo.

El niño que quiso ser ángel. (Niall & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora