Short Stories

1. Out of order

Aquí va la primera de muchas otras historias :3 espero que os guste

Estaba estresada y no dormía muy bien. Llevaba dos semanas soñando que caía al vacío, sin motivo alguno. Se lo conté a mis compañeros de la oficina y me dijeron que fuese a ver a un psicólogo muy bueno que tenia la empresa contratado. De él no se decían nada más que cosas buenas, así que decidí ir.

Miré la tarjeta que me habían dado y comprobé la dirección: era la correcta. Entré en el edificio y me encontré a un niño sentado en frente del ascensor.

- ¿Qué te pasa pequeñín? -le pregunté.
- Estoy esperando a mi mamá... - me dijo sin quitar la vista del ascensor.
- ¿Y cuánto tiempo llevas aquí sentado?
- Desde esta mañana... - dijo y me miró. Sus ojos estaban brillantes, parecía que fuera a llorar en cualquier momento.
- No te preocupes, seguro que ya mismo regresa.
- Quiero ir a buscarla, pero tengo que usar el ascensor y soy muy pequeño... ¿Usted va a usarlo?
- Eeh... Sí claro, ven conmigo. -le dije y se levantó muy alegre.

Subimos al ascensor y el niño pulso el botón del último piso. No sé adónde pretendía ir...
Miré al suelo y me di cuenta de que había algo dibujado... Parecía algo con tiza, pero no le hice mucho caso. De repente, el ascensor se paró de golpe y yo me di un golpe con la pared. Por suerte el niño seguia bien, pero empezó a saltar con todas sus fuerzas.

- ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?! - le grité.
- Quiero ir con mi mamá - decía y saltaba más fuerte. Sentía como el ascensor cedía poco a poco. En uno de sus saltos, al niño se le cayo algo del bolsillo.
- ¿Y esto? - lo cogí y era parte de un cordón policial. También había un papel en el que ponía Este ascensor queda fuera de servicio hasta mueva orden. Entonces me acorde del titular que leí esa mañana... Un niño y su madre quedan atrapados en un ascensor y a las dos semanas consiguen sacar los cuerpos.
En ese momento mi cuerpo empezó a temblar y me escurrí hasta sentarme en el ascensor. El niño saltaba y saltaba hasta que el ascensor cedió.

- Ahora podré reunirme con mami... - me dijo dándome la espalda.

Estaba aterrorizada, lloraba y golpeaba las paredes del ascensor, que cada vez caía más y más rápido... No podía moverme, mientras tanto el niño, que seguía de pie, se agachó y me miró.

- Ya mismo estaremos con mami... - tenia una sonrisa siniestra y de sus ojos, ahora ennegrecidos, brotaba un líquido extraño.

Yo seguía llorando, y de repente noté como mi cara se aplastaba contra el suelo, mi cráneo de quebraba poco a poco y el suelo se llenaba de mi sangre tibia. Lo ultimo que recuerdo de ese momento es ver al niño sonreír, de la mano de una señora mayor.
Y os preguntaréis cómo puedo estar contando la historia... Bueno... Pues mirad a vuestras espaldas cada vez que vayáis en el ascensor... Y quizá me veáis sonriendo, esperando a que el ascensor se vuelva a descolgar para sentir de nuevo aquella sensación maravillosa...

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