Traición

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~Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto~

La pelirosa limpiaba el rostro de su padre con algodón.

-Esta herida- toco la cortada que tenía por encima de la ceja- tengo que coserla.

Sakura tomó la aguja y el hilo, lo introdujo en alcohol. En cuanto la aguja hizo contacto con la piel del anciano, este se estremeció de dolor.

-No te muevas- lo regañó.

-¿Comó dices que te hiciste eso?- pregunto de nuevo la chica.

-Salí de un bar, mis amigos y yo celebramos mi nuevo empleo. Se hizo un poco noche y camino a casa, me encontré a unos jóvenes en un callejón. Queriendo abusar de una niña de tu edad.-

-No soy una niña, tengo 19 años-

-Por eso digo, una niña-

-¿y cuál es ese nuevo empleo tuyo?-

-Soy un vicepresidente de una compañía muy exitosa-

-¿Por qué no me dijiste eso anoche?, te pude a ver curado-

-No, no. No quería molestarte- la pelirosa cortó el hilo

-Listo- sonrió

-¿Y Yuki? Ahora que lo pienso  no se a despertado.-

- Lo lleve más pronto a la guardería, es mi primer día de trabajo y no puedo retasarme- La chica observo el reloj.

-Hablando de retrasos, sí no me doy prisa llegare tarde otra vez- subió las escaleras. Entro a su habitación, como tenía tiempo decidió cambiarse allí mismo.

Ahora llevaba la misma coleta, pero el pantalón era distinto, tenía un tono verde pantano, la camisa de tirante delgado era negra, sus botas del mismo color y sus guantes. Tenía cierto aire militar. La pelirosa se observó en el espejo y pensó en lo ridícula que se veía

-No importa, hoy es día de entrenamiento-  tomó su bolso y estaba a punto de saltar por la ventana, cuando escucho el grito de su padre. Varios platos quebrados, observo por a fuera ventana, había una camioneta negra con 3 hombres con armas.

Su corazón se llenó de adrenalina, soltó el bolso y con silencio fue hacia las escaleras.
En la cocina había 7 hombres más, busco con desesperación a su padre, estaba en una silla.

-¿Dónde esta?- grito uno de los hombres. El anciano guardó silencio, aquel hombre lo golpeo con tal fuerza que le tumbó un diente.

La pelirosa aguantaba las lágrimas, esta completamente en shock, sus manos sudaban y ella temblaba cual gelatina, debía calmarse. Regreso a su habitación. Tenía que calmarse

-Avenida Aurora, Calle western, Bulevar Horny. 1,2.- se detuvo.-

-¿A quién rayos le importa?- saco el arma de su bolsillo, y salto por la ventana, disparo y en seguida cayó uno de los hombres, los otros observaban como su compañero caía, e inmediatamente buscaron al responsable, la pelirosa corrió hacía un de ellos, lo golpeo con el arma, el tercer hombre estaba apuntandole, giro al sujeto y coloco el arma en su cabeza.

-¡SUÉLTALO!- grito el sujeto, acto seguido ella tiro del gatillo.

Aquel hombre, no podía creerlo, esa chica estaba loca. Mato a sus dos compañeros a mano fría.
Levanto su arma y comenzó a dispararle.

La pelirosa utilizo al hombre que acababa de matar como escudo humano, mientras se acercaba a él.
Por la parte izquierda, del cadáver disparó, acertando en la cabeza.
El tercer hombre cayó.

La chica tomo del suelo una segunda arma. Entro por la puerta principal de la casa y comenzó a disparar.
Sólo logro darle a 4, las balas en seguida se agotaron.

-¡¿SAKURA?! -grito el anciano. El sujeto que lo interrogaba, lanzo a su padre hasta la sala de una patada, dejándolo inconsciente.

En seguida los 3 hombres restantes corrieron a atacarla, la pelirosa le lanzó el arma golpeando a uno en la cara, mientras que ella golpeaba otro.
Un segundo hombre llego y la tomo por la espalda, la chica levanto sus piernas y con una patada de parte del pie derecho, fue suficiente para derribar al oponente de enfrente.
Levanto su brazo y le rompió la nariz, al hombre que la sostenía con el codo. El hombre la soltó del dolor, aprovechando el momento, le dio una patada en la entré pierna.

La chica tomo un cuchillo de la cocina, y se lo lanzo, clavándoselo en la cabeza.

Estaba preparada para acabar con los otros dos hombres, estaba en defensa.
Pero no contaba con sentirse mareada, se toco la cabeza con su mano, su visión iba empeorando. Observo el suelo y allí se encontró a su padre, sacándole la jeringa de la pierna.

-Fukaku- con la poca fuerza que tenía, tomó otro cuchillo

-Eres un maldito traicionero- dicho esto. La chica cayo en la inconsciencia.

Legalmente míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora