Traición Segunda parte

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Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto

-¡¿Qué diablos fue eso?!- grito con desesperación uno de los hombres.

El anciano guardó silencio. Uno de los hombres lo tomo por el cuello con mucha fuerza, tanta que lo levanto del suelo. De pronto, una risa hizo que los hombres se confundieran.

-¡ERES INCREÍBLE SAKURA- grito el anciano levantando su rostro todo ensangrentado, la sonrisa en su rostro y la mirada en sus ojos expresaba locura.

El segundo hombre lo golpeo de nuevo en el estómago, robándole el aire al viejo por 10 segundos.
-¡ESTO NO ES UN MALDITO JUEGO, EXPLÍCAME COMO ES QUE ESA MOCOSA MATO A 8 DE MIS COMPAÑEROS- dicho esto, el hombre saco un arma y la coloco en su pecho.
Los pies del señor comenzaban a patalear con fuerza, su rostro se estaba poniendo morado, las venas en su cuello comenzaban a marcarse más y más, le faltaba el aire en los pulmones. No podía respirar. Sabía que muy pronto también caería un la inconsciencia. Después de empujarlo contra la pared con furia, el sujeto lo soltó. El viejo tomó grandes bocanadas de aire, tratando de recuperar el equilibro, con dificultad y con mucha fuerza. Se puso de pie.   

-Habla- dijo uno de los hombres.

-Yo no soy su verdadero padre, esa niña, perdió a su madre en un accidente automovilístico, desde entonces me echo responsable de ella. Con el tiempo, la economía fue empeorando, ya no teníamos mi para comer, esa mocosa tuvo que conseguir un trabajo. Limpiaba casas, de una manera extraña, llegaba a casa muy noche y con algunos golpes o cicatrices. Usaba sus faldas largas y blusas de cuello para ocultarlo. Un día cuando salió a trabajar, entre a su habitación, y encontré una maleta llena de dinero, ella no podía ganar todo ese dinero en sólo un mes, y mucho menos de gata. Decidí seguirla a su trabajo, pero después de varios kilómetros la perdí de vista. -

Los hombres escuchaban con atención, querían estar seguros de no perder ningún detalle, así que uno de los hombres tenía una pequeña grabadora en su bolsillo. Continuó el anciano.

-Esa mocosa tienen muchas habilidades, en la madrugada, le prepare un té, coloque calmantes en el, calmantes que podrían dormir a un caballo, pero no a ella. Después de verla entrar por la puerta de pie, corrí al baño y prepare una segunda dosis, con el doble de calmantes.- terminando de hablar, los hombres tomaron con rapidez a la pelirosa.

-Si es verdad eso que dices. Esa maldita dosis podría matarla- la tomaron por los brazos y la metieron el la camioneta. Regresaron a la casa y tomaron al viejo, lo metieron de igual manera.

-Ella no morirá- dijo mientras la observaba con miedo. -Esposenla- susurro.

-¿Qué estas diciendo? no te hará nada, esta casi muerta.- 

-No quiero terminar como aquellos hombres-

Ignoraron al anciano, después de varios kilómetros, los hombres detuvieron la camioneta, fueron a la parte de atrás y comenzaron a sacar todos los cadáveres. Los fueron enterrando uno a uno. La furia les corría por las venas, todos esos hombres tenía familia. La tristeza inundaba sus ojos. Después de que uno de los hombres enterraba a su hermano, limpio sus lágrimas y regreso a la camioneta. Saco a la chica jalandola del cabello.

-DESPIERTA MALDITA HIJA DE PUTA- grito con furia.

-Matt, déjala, no lo hagas- dijo el  segundo hombre con calma. Matt levanto a la chica del suelo con un brazo izquierdo y con su puño derecho comenzó a golpearla con fuerza, muy pronto la piel de su rostro se tornó roja, sus mejillas estaban bastante hinchadas, sus ojos morados. El labio reventado lleno de sangre. Sí seguía así, la mataría a golpes.

-Matt- el hombre le arrebato a la chica- golpearla hasta matarla no te devolverá a tú hermano- Matt, el castaño. Se tiró de rodillas, comenzó a llorar.

-Shikamaru- lo llamó- No puedo volver a la mansión Uchiha, sí se enteran que golpea a la chica me mataran-

-No te preocupes, sería una completa vergüenza llegar sólo tú y yo con la chica sin ningún rasguño.- el pelinegro, le sonrió al castaño.
El pelinegro no sabía porque los Uchihas habían gastado tanto dinero en una mocosa de pueblo, pero después de ese día, supo que las apariencias engañan, esa chica no era normal, debía ser tratada con mucha precaución. Pero los Uchihas tampoco eran gente decente. Esto será problemático. 3 Uchihas y una chica anormal.

Legalmente míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora