Nuestra historia especial

la despedida

Llego el día, era el momento de marcharme, fue un día cualquiera, el sol amaneció como siempre, el viento soplaba al igual que otros días. No era nada especial lo que pasaba durante el día.
Alice no salía de mi mente, mi cabeza la tenía siempre presente y mi corazón latía cada vez que contestaba mis mensajes, pero hoy, era un día triste, implicaba un viaje largo al igual que el tiempo en el que me ausentaría, la amiga de Alice se comunicó conmigo durante las primeras horas de la mañana, preguntándome a qué hora viajaría, le dije que no tenía aun el pasaje comprado, que a las 21:00 iría al terminal a comprarlo me dijo que tenga suerte con el viaje y se despidió.

Ese día no hable con Alice, lastimosamente ella estaba muy ocupada, al igual que yo; en la universidad di mis últimos exámenes, me despedí de mis amigos y ellos de mi y no vieron mejor manera que invitándome a cenar pizza, llegue a casa alrededor de las 19:30 horas de la noche, tuve tiempo para arreglar mi maleta y tomar un café caliente, salí de casa 20:30 horas y me dirijo al terminal. Llegue pasada las 21:00 me dirigí a los módulos para comprar mi pasaje, eran muchos así que demore en escoger la agencia, luego de comprar el pasaje que desde luego escogí el más pronto y económico ya que eran pocas horas de viaje, así que no era necesario un carro de lujo, luego de escoger recibí una llamada, era nuevamente la amiga de Alice.

-Amiga: hola, donde estas.

-Yo: en el terminal esperando la salida de mi bus.

-Amiga: Pues estoy en el terminal vine a despedirme de ti.

-Yo:(sorprendido) enserio? Donde estas.

-Amiga: Pues atrás tuyo.

Efectivamente ella se encontraba atrás de mi, me abrazo y sonrió, mi mirada a pesar de tenerla frente a mi y aunque las probabilidades de que Alice haya venido con ella eran prácticamente nulas, mi mirada buscaba con esperanzas su llegada, pero no fue así, ella no aparecía, le pregunte a su amiga por ella y no me dio razón alguna, ya casi sin esperanzas, la amiga de Alice me pide que espere afuera a otra amiga nuestra para recogerla, ya que venía sola y a despedirme era lo menos que podía hacer, salí del terminal cerca de un puente que daba acceso al él, estuve unos minutos esperando bajo la lluvia , al pasar varios minutos, veo a Alice bajar del por el puente, mi corazón latía a tal extremo, tanto así que sentía el mundo en cámara lenta y que todos podían escuchar mi corazón latir, ella bajaba por aquellos escalones con una sonrisa única y yo la esperaba como príncipe a su princesa, mi alrededor se volvió silencio profundo, mientras mis ojos no le quitaban la mirada de encima, finalmente bajo del último escalón, me miró y me dijo:

-Alice: hola
-Yo: (con cara de idiota) h-hoo-l-la Alice
-Alice: (con una sonrisa) perdón por la demora, tuve que escaparme prácticamente de casa.
Yo: no te preocupes Alice

La tome de la mano por unos segundos para guiarla hacia dentro del terminal. Al entrar mi semblante era otro, más alegre y por no ser tan cursis, algo tonto; la salida del buss se acercaba, y yo quería que el tiempo sea largo en esos pocos minutos que quedaban junto a ella, pero no fue así el tiempo fue más rápido y se escuchó el llamado:

"pasajeros de las 22:30 horas abordar el buss"

Esa fue la señal de decir hasta luego, antes de ello saque de mi maleta un peluche y se lo entregue a Alice era un regalo que debí dárselo antes, en la cita anterior para ser más exactos, pero no tuve el valor, ella lo agradeció, me abrazo y me dijo que me cuidará y eso era racismo en ella para ser sincero antes y por un tiempo largo después no.me volvió a abrazar, lo mismo hizo su amiga. Recojo mis maletas me las puse al hombro y tome dirección al buss, antes de ello di una última mirada hacia atrás y aún estaba ella, y mientras tanto me preguntaba ¿qué era lo que sentía en ese momento en el estómago? Y no, no tenía problemas intestinales, era distinto, tomare aquella frase que dice, "siento mariposas en el estómago" bueno en mi caso parecían lombrices, pero eso si fue una sensación única y solo pasaba cuando la miraba a ella.
Al subir al buss pensé, en ese momento en todo lo que dejaba en este lugar, y su nombre aparecía en muchas ocasiones, por no decir siempre; el buss partió rumbo a mi destino, sería un verano muy largo sin Alice y a pesar de no tenerla conmigo, ella estaba presente en mi mente, nuevos episodios de mi vida empezarían con este viaje, nuevas anécdotas y quizá por unos instantes el fin de mi ilusión con Alice, pero aún no e llegado ahí, toda buena historia empieza con un relato aburrido o con poca acción, pero en una historia real la acción no es como uno la espera, Alice no sólo me robo el corazón y me dejo marchar con su recuerdo, sino sería ese recuerdo el que me pondría a prueba si realmente sentía algo por ella. Pero eso ya es otro capítulo, por hoy mi despedida es el comienzo de un nuevo inicio.

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