Una promesa mortal

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"Morir sin haber  vivido y vivir sin haber cumplido"

No, no puede ser!, el tiempo termino, ella se fue y yo me quede con su recuerdo en mi mente, no pude cumplir con mi promesa, decir que ¿hubo presión sobre mi?, seria añadir una escusa para justificar mi mal comportamiento.

Solo me queda una promesa por cumplir, una mortal que podría arrastrarme al olvido o simplemente a la victoria, una promesa, la última que hice y la última que podré cumplir.

Sabes que amas a alguien cuando tu promesa no solo va mas allá de resolverlo o cumplirlo de manera rápida o fácil, una promesa la cual sea posible y a su ves tan compleja que podría no solo, no ser cumplida, sino también el final de la vida misma.

Aquella noche apezar de que Alice y yo estábamos separados y nuestra relación dío por finalizada, antes de decir adiós decidí honrarla con una última promesa, una promesa que podría cumplirse o tan solo destruirnos a ambos, le prometí traer una medalla en el pecho, que cuando lo logre Alice tendría que mirarme a los ojos y decirme que valgo mucho y que puedo lograr lo que me propongo, que no soy solo una mala copia de un supuesto hombre perfecto del que de su boca puedan salir las palabras mas lindas y alucinantes, pero que mis acciones por un largo tiempo hallan demostrado lo contrario, a lo que pienso y hago creer al mundo, no señores quiero ser un hombre que prospere, quiero demostrarle que saldré adelante, que el mundo no termina hasta que yo así lo decida, salí de su casa por la puerta trasera y me olvide el recordarla, fui directamente al polideportivo donde se dictaban clases de todo tipo de deportes, atletismo, basquet, natación, fútbol,taekwondo,frontón, pero de todos esos deportes hubo uno que me llamo la atención, un deporte donde la fuerza, la velocidad y el ingenio sobresalen, ese deporte era el box, me acerque al profesor, me sente frente a él, alzo la mirada y me dijo, no eres algo mayor para esto, solo se reciben a jóvenes hasta 20 años, -¿cuantos años tienes hijo?- pregunto aquel hombre de edad pero con un rostro robusto digno de un boxeador,-tengo 24 años, los suficientes para traerle victorias, si se toma el tiempo para enseñarme.-respondí, aquel hombre  alzo la mirada, saco una hoja de su portafolio y lo puso frente a mi, tomé aquella hoja y como sumilla decía lo siguiente "FICHA DE INSCRIPCIÓN" por un momento me quede callado, vieron aquella película de búsqueda de la felicidad en la que dice este pequeño momento se llama felicidad, pues para mi ese pequeño momento era mi momento de felicidad, ¿por que? Pues no se, creo que era el miedo de saber que podrían romperme la cara si así deseaban, pero ese miedo poco a poco se convirtió en entusiasmo y ganas de hacerlo bien, entrene duramente, poniéndole todas las ganas que podía dar, toda la fuerza y energía que podría brindar, los primeros días fue algo horrible, durante los entrenamientos, rompí unos 3 shorts y ya se imaginan de que lado, a las 3 semanas de entrenamiento, el profesor se acercó y me pidió que me ponga los guantes y me puso frente a frente con Jordan el campeón regional durante 2 años seguidos y con un entrenamiento de 8 años, camine hacía el -¡saludo!-dijo el profesor de manera muy dura, -no quiero golpes bajos,Paco demuestra lo que has aprendido, ¡box!- mientras dijo la última palabra Jordan subió las manos y luego no vi nada pero si sentí un dolor en toda la cara, Jordan había conectado el primer golpe sin que to lo supiera, subí mi guardia y antes de poder reaccionar y darme cuenta de lo que pasaba ¡poom! Otro izquierdazo en toda la maldita cara, tanto así que me hizo voltear el cuerpo -¡stop!- grito el profesor mientras yo trataba de recordar donde demonios me encontraba, mire al rededor y vi a dos de mis amigos, el chino, al cristiano y aquella chica que desde que la vi me cayo tan mal que me dije a mi mismo, si se da la oportunidad de hablarle la ignoraría, luego escuche la voz del profesor que me llamaba desde lejos y así regrese en si, me miro el profesor y me pregunto si seguiría adelante, acentúe con la cabeza que si, levante mi guardia,-¡box!- ese grito fue esta vez como liberar a dos demonios, Jordan y yo chocariamos,  como dos planetas, como dos bombas atómicas, como Goku y vegeta, buenooo y fue lo último que recuerdo, me levante a los minutos después de un nocaut que me hizo Jordan, me levante el profesor me vio, me ayudo a levantarme, puso su puño frente a mi y supuse que debía golpear corresponder el saludo y mientras lo hacia me dijo- ya estas listo- y yo -¿listo para que o que?- fue cuando me comento que habria un campeonato amateur de box y que el premio seria una medalla para el primer y segundo puesto pero que debía entrenar mas y mas, salí del cuadrilátero y Shadow  me esperaba con una sonrisa en el rostro, si Shadow era mi hermano menor el cual había disfrutado de la paliza que me dieron y cuando baje dijo - mira el lado amable Paco, almenos iras curtido a la pelea si no te noquean ganarás por que se cansaron de pegarte- decía mientras soltaba una leve carcajada.
Recuerdan aquella mujer que ignoraría, pues ya éramos amigo, ¿como sucedió? Pues ni yo lo se aun estoy sorprendido, llego el día mi primera pelea, subí a ese ring, me empecé a temblar y lo peor de todo es que me dieron ganas de ir al baño, salude al publico a mi contrincante y al arbitro, pero les confieso que cuando esa campana sonó, liberaron a ese demonio dentro de mi y salí a por todo, pase a las finales pero estaba muerto, baje por las escaleras del ring y sentía como mis piernas perdían las fuerzas, iba a caer, cuando sentí unas manos en mi que no me dejaron caer, era ella, aquella mujer que me cayo mal desdé el principio, seguido de mis amigos que no me dejaron caer, en ese momento supe que estaba en casa, fue cuando aquella chica se dio cuenta que algo me pasaba, así que tuve que ser sincero con ella.

Mais: Paco que te esta pasando.

Paco: pues aparte de los golpes que he recibido, pues nada Mais por que preguntas.

Mais: Paco no me engañas algo tienes y si no me lo dices ahora, iré y se lo dire al profesor.

Paco: vale, vale pero no se te ocurra decirle nada al profesor... Lo que pasa es que tengo una enfermedad en la cabeza y cada vez que me golpean tiene consecuencias y me debilita.

Mais: Paco por que haces esto deberías dejar esto del box.

Paco: no Mais no lo haré, debo demostrarle a alguien y a mi mismo que puedo cumplir con lo que prometo y en lo que me comprometo.

Después de esa charla Mais me abrazo y me pidió que me cuidara mucho, fue cuando me di cuenta a lo que se refería, el box no era solo un deporte, es una disciplina donde uno gana y el otro pierde y que si soy yo el que pierde, perderé mas que cualquiera, pero ya estaba dentro y no quería salir, si que me esforzare mas hasta que llegue la final.

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