Cap. 5

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La casa era tan linda por dentro como por fuera y el señor y la señora Simoes eran personas muy amables. Pensé que sería más divertido pero en verdad estaba muriendo de aburrimiento, ellos no dejaban de hablar de negocios, porque se mudaron aquí, Bla, Bla, Bla. No escuche más quería irme de ahí.

- señorita podría decirme donde esta el baño - dije amable y algo incomoda

- por supuesto esta arriba a la derecha, pero no me digas "señorita" dime Marissa - dijo con una sonrisa dulce

- gracias seño-- Marissa - dije sacudiendo la cabeza y levantandome del sillón

Una vez que subí la escalera me dirigí a donde se supone que estaba el baño, pero escuche una voz salir de una de las habitaciones. Camine hacia donde provenía ese sonido al llegar a la puerta la empuje suavemente. Quede con la boca abierta.

No quería hacer que se diera cuenta de que estaba ahí, Bernardo jugaba videojuegos con suma concentración. «Se veía tan lindo» no acabo de decir eso ¿verdad?

- entra ya se que estas ahí - dijo aun sin apartar la vista de la pantalla

Diablos me vio... Pensé

- lo siento no quería molestarte - algo apenada

- no te preocupes, si mal no recuerdo tu nombre es Lía - dijo ahora sentándose en la cama y viéndome a los ojos

- si soy yo - sonrojada y entrando un poco más a la habitación - no sabia que vivías aquí

- así es. Mis padres dijeron que el vecino y su hija vendrían a cenar, no baje porque pensé que sería una niña insoportable pero tú no, tú me caes bien - dijo sonriendo

Dios este chico es muy dulce.

- gracias - Sonreí apartando una macha de cabello de mi cara

- te ves linda cuando te sonrojas

Iba a decir algo pero escuchamos la voz de Marissa desde abajo.

- ¡hora de cenar!

- ¿vajaras a cenar? - dije amistosa y nerviosa

- si vamos

Se levanto de la cama y caminamos juntos a la mesa.

- veo que se conocieron - dijo su padre mientras ponía los platos

- se nos había olvidado decirles... Él es nuestro hijo Bernardo - dijo su madre quien salia de la cocina

- hola campeón, soy Robert y ya conociste a mi hija supongo - dijo mi padre poniéndose a nuestra altura aunque Bernardo era más alto que yo

- si señor ya nos habíamos visto en la escuela - abrazandome de la cintura

- ¡ahhh! - grito su madre - mira que lindos se ven, esto merece una foto

Marissa tomo una cámara del estante y la encendió.

- digan queso

- ¡queso! - dijimos al unisono

- quedo linda - dijo Bernardo al ver la foto (multimedia)

- ya lo creo - apretando nuestras mejillas - bueno, a comer que la comida se enfría

Y así lo hicimos empezamos a comer entre risas y comentarios hasta que llego la hora de irnos.

- vuelvan pronto - dijo el amable señor haciendo ademán de despedida

- gracias por todo buenas noches - dijo papá

- buenas noches - dije tierna dirigiendome a Bernardo

- buenas noches - dijo y beso mi mejilla

Mi padre y yo nos fuimos a casa. Al llegar estábamos muy cansados y no dudamos en irnos a dormir.

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