Cap. 20

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Me desperté, me duche, lave mis dientes, desayune y baje a la sala a ver la televisión. Hoy iba a estar sola en casa porque mi padre tuvo que trabajar, así que no tenia nada que hacer.

- ¡hey Jessie, hey Jessie! - cantaba mientras bailaba raro.

El aburrimiento hace que seamos capaces de hacer cualquier cosa. En ese momento mi celular vibro.

“Iré a tu casa princesa” Bernardo.

Sonreí al leer eso, 5 minutos después llego mi hermoso Novio, se escucha tan cute :3. Cuando abrio la puerta yo estaba viendo Dance Moms.

- hola - me abrazo y beso mi mejilla.

- ho... - no termine la frase - ¡Abby, deja de joder y presta atención a Nía! - grite a lo que Ber me miro raro.

- hazme caso - se quejo él tiernamente.

- Bernardo no tengo tiempo ¿si?.

Puso cara de herido y yo reí.

- no es cierto ven aquí - lo abrace y luego lo bese.

Esto de besar ya no es tan cursi como creí, aunque siempre me sonrojo cuando lo hago.

Pasamos toda la tarde viendo películas. Bernardo quería ver una de terror pero no cualquiera, quería ver el exorcista. Afuera llovía muy fuerte y eso hacia que nos de frío. Bernardo y yo hicimos palomitas, buscamos mantas, almohadas y cerramos todas las ventanas. Empezamos a ver la película.

- no entres ahí, no entres ahí - yo estaba recostada en el hombro de él y ambos nos arropamos con las mantas.

- ¿qué hay ahí? No entres - repitió él y en ese momento sonó el teléfono.

- ¡AHH! - gritamos ambos.

Tome el teléfono.

- ¿hola?

- ...

Cerré y camine hasta el sillón.

- nadie hablo.

- bueno ya que.

Seguimos viendo la película hasta que se acabo pero luego pusimos El Conjuro. Ya íbamos por la mitad de la película cuando de pronto se escucho un rayo y el sonido del timbre.

- ahh - me escondí en el pecho de Bernardo y él me abrasó fuerte.

- ¿quién ira a abrir? - pregunto él.

- obviamente yo no.

- ¿por qué?.

- soy la chica, tú debes protegerme.

- pero... - se quejo.

- no nada de “peros".

- no quiero ir solo. En las películas esta es la parte donde pasa algo malo.

- ok - pensé un rato - tú busca una sartén, yo abrire la puerta.

- bien.

Busco lo que le dije y nos escondimos detrás de la puerta. Abrimos y Bernardo le pego. Salimos de nuestro escondite y vi un cuerpo inconsciente en el suelo...

ERA MI PAPÁ.

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