Y con esto, concluye Una noche en el Sodoma, mi humilde intento de homenajear al género homoerótico y a algunas de mis autoras favoritas. Gracias a todos por haberme acompañado hasta el final de la historia, por haber esperado con infinita paciencia cada capítulo, por reíros conmigo y por adorar a los mismos personajes que yo.Gracias también a todas aquellas autoras que me han hecho soñar con sus historias, y que han tenido a bien "prestarme" a sus personajes durante un tiempo, para que se pasearan por esta historia. La noche llega a su fin, y ahora, con gran pesar, debo abandonarlos. Espero reencontrarlos de nuevo entre las páginas de aquellos libros que adoro, pero sin olvidar que todos ellos pasaron Una noche en el Sodoma.
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Noah no sabía dónde meterse. Minutos antes Marc había irrumpido en el Sodoma, y al ver que Samuel y él estaban bailando juntos, los había separado de malos modos para llevarse a su novio unos metros más allá. Desde entonces, la parejita estaba enzarzada en una discusión en medio de la pista de baile.
Él ya sabía, porque el propio Samuel se había quejado de ello, que el nadador era bastante celoso. Con lo que no había contado Noah era con ser el foco y la causa de dichos celos. Varias veces a lo largo de la discusión, los vio mirándole, e incluso gesticulando en su dirección. Incómodo hasta límites indecibles por la situación en la que involuntariamente se había metido, empezaba a barajar la posibilidad de hacer mutis por el foro, pero no quería irse sin al menos despedirse. Con suma cautela, se acercó a ellos, que al verle venir pararon la discusión.
—Samuel... Mejor yo me voy ya, ¿vale?
—Sí, eso —le animó Marc—, tú mejor vete.
Intentó encajar el comentario con ecuanimidad, y marcharse sin decir nada más, pero al ver el rostro avergonzado de Samuel cambió de idea.
—¿Sabes? —dijo, volviéndose hacia Marc—, no sé cuál es tu problema, pero estás muy equivocado conmigo.
—¿Ah sí?
«Hoy no me voy a casa con la cara de una pieza», se dijo a sí mismo al valorar la estatura y los bíceps del novio de Samuel, pero aun así no pudo evitar continuar.
—Sí. Y con tu novio también. Yo no sé de qué va vuestro rollo, pero Samuel es un tío legal, y no ha hecho nada malo. ¿Y tú vienes como un energúmeno solo porque nos ves bailando? ¿De qué vas?
—No solo has estado bailando con mi novio, que lo sé. Antes le estabas abrazando.
—¿Que yo estaba abrazando a...?
—Ya sé de qué viene todo esto —le interrumpió Samuel, que hasta ese momento se había contentado con observar la confrontación en silencio. Luego se volvió a su novio—. No me puedo creer que te hayas puesto así solo porque nos vieras abrazados. Y para tu información, no fue nada sexual, abracé a Noah porque estaba... —Miró dubitativo a su nuevo amigo antes de continuar—... deprimido. Por culpa del lobezno —añadió en un tono más bajo, en un intento de que Noah le pudiera escuchar.
Pero Noah sí que le escuchó, y se ruborizó violentamente cuando Marc volvió sus ojos hacia él de nuevo, valorándolo como si lo viera por primera vez.
—Pisha, ¿eso es verdad?
—Joder con el andaluz —se quejó—, sí que eres desconfiado.
Ahora fue el turno de Marc de ponerse como un tomate.
—De verdad, estás paranoico. Esto tiene que acabar —aseveró Samuel, ajustándose las gafas al puente de la nariz—. Tienes que aprender a confiar en mí.
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Una noche en el Sodoma
FanficEl Sodoma es la mayor discoteca gay de la ciudad, y la de más dudosa reputación, no hay duda. Cada noche, a ella acuden miles de hombres en busca de alcohol, de diversión, y de sexo. Pero... ¿qué pasaría si los personajes de tus novelas favoritas ac...