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Ella revisó el mensaje varias veces

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Ella revisó el mensaje varias veces. Estaba en clases extraordinarias de química orgánica en la universidad cuando su móvil vibró sobre la mesa, llamando la atención de sus compañeros más cercanos. Chloe ya había terminado las clases, pero su ambición por obtener el máximo de ella hizo que se apuntara a unos cursos durante las vacaciones. El único inconveniente es que cuando lo decidió meses atrás no se imaginaba que no iba a seguir siendo la misma y que su salud mental empeoraría al cabo de los días.

Ultimamente tenía muchas cosas en la cabeza, pero el supuesto chico de los mensajes de ayer le intrigaba mucho. No se lo pensó dos veces y en cuanto el profesor se dispuso a garabatear la pizarra con moléculas rompecabezas, desbloqueó el móvil.

Chloe: ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Y mi número?

Número desconocido: No se puede construir la casa por el tejado. Tiempo al tiempo.

Frunció el ceño. "¿La casa por el tejado?" pensó. Desde anoche no dejó de lado la teoría de que fueran simples niños con sus bromas absurdas, pero un presentimiento de que ese chico o lo que fuera le conocía, no dejaba de asolar su mente. Otro mensaje apareció en la pantalla de notificaciones.

Número desconocido: ¿Qué tal hoy?

Chloe: Adiós.

No quería dejarle de hablar. Quería seguir curioseando que le había hecho llegar hasta ella porque las casualidades no son su fuerte.

Durante el resto de la clase no recibió ningún mensaje. De vez en cuando Chloe le daba dos escasos toques a la pantalla para ver si no habría vibrado por error, pero efectivamente no contestó. Tampoco esperaba que fuese a rogar mantener una conversación con ella y al menos respetaba sus decisiones.

Cuando emprendió su camino a la residencia de estudiantes decidió parar en una máquina expendedora y comprar unas galletas saladas y agua fría. Era la primera vez que comía en todo el día y su cuerpo ya empezaba a alertarle de que necesitaba algo que digerir. Sabía que eso no estaba bien, no podía recaer en un pozo sin fondo. Sus padres ya no estaban para controlar que saliera de la cama y que hiciera cuatro comidas al día. Estaba sola.

Saludó a varias personas mientras salía del campus. Su habitación no estaba lejos de allí, a unos diez minutos de su facultad. Tiempo suficiente para pensar demasiado en todo, entre otras cosas, el sentimiento de que había sido demasiado tajante con el chico de los mensajes. Quizás debería disculparse con él. Al abrir la habitación 253 de la residencia, se dejó caer en la cama mientras comía el snack que compró.

Chloe: No quería ser tan fría, lo siento.

Chloe: Es solo que no me gusta hablar con desconocidos.

No esperó a ver su respuesta, si es que contestaba. Se metió debajo de las sábanas y dejó que el día pasara mientras dormía.

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2022 ⏰

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Anónimo (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora