Capítulo 14

20 1 0
                                    

—Se que esto no es parte de su trabajo, pero me tiene muy preocupado la tardanza del señor James. Necesito que vayan a su oficina, tal vez lo olvidó, ya saben que tiene mucho trabajo.
   Recordé que cuando fui a su oficina pude entrar directamente y sin esperar, por lo tanto no había más personas que quisieran hablar con él. Probablemente sus empleados lo hacían todo y él sólo está ahí para hacer creer a los demás que trabajaba arduamente.
—Es comprensible, el señor James ha tardado demasiado en enviar su respuesta —dijo Roxanne
Cierto que también debía de estar muy ocupado, pero aún así, dejarnos esperando se me hacía una descortesía total.
—Exacto señorita Rose, por eso quiero que vayan a la ciudad. Se los pido a ustedes porque les tengo mucha confianza. No se preocupen por los gastos del viaje, serán pagados por la tienda.
   Roxanne y yo nos volteamos a ver por unos segundos.
   El viaje era cansado, si nos íbamos ahora regresaríamos como a las 6:00 pm., a esa hora comenzaba a oscurecer.
   Pero, si íbamos juntas no había peligro, incluso podríamos ver el atardecer.
—De acuerdo —dijimos al unísono.

Admito que volver a ver al Sr. James no era muy agradable, pero al menos ya no estaba sola. Tal vez no era mi persona favorita, pero era mejor que nada.
—¿Sabes Yuri? El camino es demasiado largo como para estar calladas fingiendo que la otra no existe —cierto—. Creo que iniciamos con el pie izquierdo, la verdad ya no recuerdo bien la razón por la que nos distanciamos. Antes éramos amigas.
   Una pequeña risa (o al menos la sombra de ella) se escapó de mis labios. A juzgar por el reflejo de la ventana mi cara se mostraba neutra, pero en mi mente comenzó un debate entre creer en la inocencia que Roxanne aparentaba o seguir con la imagen que yo tenía de ella.
—Bueno, ahora ya no tiene tanta importancia, creo. ¿Recuerdas a aquel chico, Isaac? Iba con nosotras en segundo de preparatoria
—¡Oh claro! ¿Era tu novio, no?
—No no. Mi mejor amigo. En pocas palabras, lo usaste para tu propio beneficio y le rompiste el corazón.
—Ya lo recuerdo, en serio lo siento. Era un buen chico
—Es un buen chico. Bueno en realidad ya no lo he visto, pero según yo él ya está mejor, Anne es una linda chica. Y respecto a la disculpa creo que se la debes a él, pero por mi..., no te preocupes.
—Oh, que bueno que encontró a alguien
No dijimos nada más en todo el camino, creo que tampoco había mucho que decir. Lo único que rompió el silencio fue un pequeño gracias, de parte de Roxanne. Fue un susurro casi inaudible, pero logré escucharlo.
Lo único que hice fue sonreír ligeramente antes de volver a voltear hacia la ventana.
Es difícil cambiar la impresión que tienes de alguien, sobretodo si fue verdad por tanto tiempo. Pero supongo que la gente cambia, para bien o para mal.
La verdad se siente bien recuperar a una amiga.

—Por aquí —le digo mientras la jalo del brazo
A pesar del tiempo, recordaba perfectamente el camino hacia ese edificio alto de interminables ventanas, madriguera del acosador de nombre James Johnson.
Nada había cambiado realmente, todo seguía igual, a excepción de la secretaria, que gracias a la credencial que colgaba de su vestido descubrí que se llamaba Lucía. La saludamos cordialmente antes de preguntar por su jefe, a lo que ella nos dijo que no estaba muy segura de donde podría estar el susodicho.
—Me parece que está en una junta en el piso de arriba, por la hora creo que ya están a punto de acabar —no parecía muy convencida—. Pueden subir si gustan, por el elevador al piso 1 a la derecha, la puerta que está hasta el fondo del pasillo.
—Ok, gracias
Esperamos a alejarnos de ella para volver a hablar.
—Lo mejor será que una de las dos suba y la otra se quede abajo, así nos aseguramos de no perderlo —le propuse.
Aún  era extraño hablarle con tanta naturalidad y sin rencor alguno.
—De acuerdo, yo subiré –me respondió en susurros
Entonces me dirigí hacia los sillones esperando a que James apareciera. Saqué mi teléfono y me puse a estudiar para el examen de admisión a la universidad con los libros que había descargado con antelación.
Me metí tanto en la lectura que no noté que una persona se me había acercado.
—Señorita Austen, me alegro de que volviera
Alcé la vista un tanto extrañada por la interrupción, volteé hacia mi derecha, encontrándome con aquellos ojos que demostraban cierto orgullo.
—Buenas tardes, mi compañera y yo veníamos para hablarle de ciertos asuntos pendientes que hay con el negocio del señor Willows —dije ignorando un poco lo que me había dicho—. Su secretaria nos dijo que estaba en una junta, así que esperamos a que saliera
Aunque comenzaba a preocuparme por Roxanne, si Lucía nos había dado las indicaciones bien, Rox debió haberse encontrado con James.
—Bueno, en tal caso lamento mucho haberlas hecho esperar. Pero no veo a su compañera por aquí
Demonios Roxanne, ¿a dónde fuiste?
—De seguro fue al sanitario —la excusé forzando una sonrisa.
—¡Por supuesto! Si no aparece, podríamos adelantarnos nosotros. Le diré a mi secretaria que si la ve le diga donde estamos
Aquella idea no era nada atractiva, pero sentía que Roxanne no iba a aparecer pronto. Además, quería salir cuanto antes de ese lugar.
—Claro, no hay ningún inconveniente
Nos paramos y caminamos hacia el fondo del edificio hasta que llegamos a su nueva oficina, donde en la puerta colgaba una placa con los números y letra: B618.
—Después de usted —exclamó el señor James abriendo la puerta y dejándome pasar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 19, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Vampiro y loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora