Capítulo 4

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NARRA NIJEL:

 

Al despertar lo primero que me vino a a la mente fue: Yuritzi. Esto ya se me estaba haciendo adictivo. Mi padre me dijo que era imposible que fuera ella, pero yo no estoy convencido. 

  Subí a mi coche y conduje al trabajo, hoy tenía día libre pero lo único que quería era verla y conocerla más.

   Abrí la puerta de la tienda y vi a Yuritzi. Se veía hermosa.

Caminé hacia ella nerviosamente y cuando estaba enfrente de ella..........no tenía que decirle.

  Al parecer ella captó mi presencia, porque antes de que dijera algo ella levanto la cabeza.

-¿Nijel?¿Qué haces aquí? -mmmm, creo que no le dije que yo trabajaba aquí

-Trabajo aquí -dije riéndome un poco

-Oh, creo que debí haberlo imaginado -dijo también riéndose, ambos parecíamos un poco incómodos

   *Tengo que decir de algo*

-Veo que conseguiste el empleo, ¿Y cuál es la razón por la que trabajas?

-Ganar dinero para la universidad

-Que bien

-Si

   Si seguíamos así no íbamos a llegar a ninguna parte.

-Emmm, ¿Cuántos años tienes?

-Diecinueve

-Aún eres muy joven

-Eh, ¿gracias?

-De nada -dije riéndome

-¿Tu cuantos años tienes?

    *Digamos que ya perdí la cuenta*

-Veinte

-Ah, mmm, perdona que cambie de tema y espero que no te ofendas pero, ¿no se supone que deberías estar trabajando?

   *Pues hoy tenía día libre pero como tenía ganas de verte y hablar contigo vine aquí*

-Si, eh, no, esque..., se supone que tengo día libre        

-Creo que eres la única persona del mundo que viene al trabajo en su día libre -me dijo riéndose, su risa era hermosa igual que ella.

   Decidí reírme con ella. Me sentí aliviado de que no me preguntara porque vine. Estuve con ella el resto del día, el cual fue maravilloso; no pudimos hablar mucho debido a que ella tenía que trabajar, pero disfrute cada segundo con ella.       

-Bueno, me gusto mucho hablar contigo Nijel -ya estábamos en el estacionamiento, el tiempo pasó rápido

-Si, a mi también me gusto, em, ¿te llevo a tu casa? -cuando le pregunté eso, ella se sonrojó y abrió un poco sus ojos. Creo que metí la pata.

-Ah, te lo agradezco mucho Nijel, pero -me estremecí un poco cuando dijo mi nombre, pero ella no lo noto -traje mi moto

-Oh, está bien, cuídate Yuritzi

-Em, puedes decirme Yuri -sentí como si mi corazón hubiera comenzado a latir rápido

-Claro, adiós "Yuri" -ella rió

-Adiós Nijel

   Subí a mi coche y conduje a casa, por un momento creí que mi corazón estaba latiendo de nuevo.     

   Entré a mi habitación y me acosté en mi cama.

Entonces escuché que alguien tocaba la puerta.

  Sarah.

-Adelante

-Nijel, tienes que hacer algo con ese olor de humano....animal o lo que sea -dijo con cara de asco mientras entraba a mi habitación -me ha estado molestando desde anoche, talvez tu puedas controlar bien tu sed pero yo no, ¿no quieres que te preste un aromatizante?

   Ya me había olvidado del olor. Anoche, cuando llegué a casa, yo estaba impregnado del olor de Yuritzi y terminé impregnando mi habitación.

    Pero lo que a mi hermana le molestaba a mi me encantaba, por esa misma razón no me molesté en quitar el olor.

-Sarah, a mi no me molesta el olor, puedes poner un aromatizante en tu habitación si quieres- le conteste recalcando la palabra "aromatizante" –Era un poco egoísta de mi parte, pero me negaba a quitar ese olor.

   Antes de que pudiera responderme Robert apareció en el marco de la puerta con una sonrisa en el rostro.

  "¿Qué le causa tanta gracia?"

-Sarah, deja que Nijel tenga el olor de su novia en la habitación -le reprendió Robert, a lo que yo no hice más que abrir mis ojos a más no poder.

-¿Qué?¿No me digas que te enamoraste de una humana Nijel? -me preguntó Sarah con desconcierto y repugnancia

   Yo no sabía que responder, decidí responder lo que en realidad pensaba sobre ella:

-Es linda lo admito -dije, a lo que Robert sonrió aún más y Sarah abrió los ojos y la boca; me hubiera reído de sus caras de no ser por la situación -pero no se nada más de ella, apenas he hablado con ella como dos veces, ¡y no es mi novia! - le dije a Robert recalcando cada una de las últimas palabras.

-Nijel -dijo Robert -si ese es el problema, entonces simplemente ve con ella, invitala a salir y entonces será tu novia.

-Robert, ¿olvidas que es humana? -dijo Sarah con desprecio

-¿Qué tiene de malo? -preguntó Robert

-Nijel vivirá para siempre y ella no, además de que nadie puede saber nuestro secreto.

-¿Ese es el problema?, simplemente que Nijel no le diga a....¿Cómo se llama tu novia Nijel?

-Yurirtzi, ¡que no es mi novia!

-Da igual, que Nijel no le diga a Yuritzi lo que es y ¡listo!, asunto arreglado

-Pero Robert, no puedo llegar así como así y simplemente decirle si saldría conmigo, te repito que apenas la conocí hace 2 días

-No te preocupes Nijel yo te ayudaré, el lunes te acompañare a tu trabajo y te diré desde lejos que decirle -dijo poniendo su brazo en mi hombro

-Par de locos -Bufó Sarah, ya ni siquiera me acordaba de su presencia -créanme, cualquier humano con ojos se daría cuenta de lo que somos. Esto terminara mal.

 

El fin de semana fue el más largo de mi vida, creo que soy la única persona del mundo que espera que sea lunes. Estaba muy distraído, cuando fui a cazar, casi atrapo a Michelle pensando que era un venado, no hice caso de las quejas de Sarah, las cuales eran muy recurrentes.

Mi hermano estaba dispuesto a apoyarme con Yuritzi y en estos momentos era lo único que me importaba. Yuritzi me gustaba demasiado y ya era momento de hacérselo saber.

Vampiro y loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora