3° Capítulo

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LOCAMENTE ENAMORADO...

-Mi nombre es Ricardo.-dijo mientras sus ojos se abrían como platos.

-Ella es Eli, y vino a mostrarte algunas cosas.-Contestó la señora por mí.

Luego me pidio que entrará en el comedor y sentado en la mesa partió un pan y empezo a comer mientras me hacia preguntas.

- Asi que te llamas Eli ?. Diminutivo de cual nombre preguntó?

- Elizabeth - Le respondí

- Nombre de reinas !!- exclamó.

-G-gracias...- Respondí con mi voz entrecortada y el rostro sonrojado.

- A ver, me esperabas me dijo mi madre .

-Sí.- dije apresurada.

- Empieza a decirme, ¿Para que me esperabas?

- Para ofrecerte algunos productos que su señora madre me dijo que le gustaría.

- ¡¡A ver!!.- Me respondió.

Empece a sacar de la bolsa todos los productos que tenía y le enseñe uno a uno y le daba explicaciones de todo, para que sirve y sus respectivos componentes, talco para pies, crema para afeitar ect. Pero todo lo hice casi temblando porque su arrollante personalidad me superaba en todo y yo luchaba contra mi timidez y la posibilidad de hacer negocios. Era más mi necesidad que mi timidez, así que seguí ofreciendo, explicando las ventajas y desventajas de cada producto. Pero él no me quitaba la mirada de encima.

Logré venderle varios productos y encima me hizo probar cada colonia femenino para despues del baño y al llegar al ultimo me preguntó.

- ¿Y cual te gusta mas?.-Me preguntó mirandome fijamente.

-¡¡Candy es muy fresca!!.- le respondí.

- ¡¡Es para tí!!.-Me dijo con una sonrisa.

¡¡Ufff!! Allí si casi morí, pero no sabía si era de la emoción o de tener que rechazar, porque en la casa jamás me permitirían un regalo y menos de un extraño. No tarde mucho en decirle que no puedo aceptar, por su cara noté que no le gusto para nada mi respuesta, pero no insistió.

Al final terminó comprando muchísimas cosas, creo que hasta lo que no necesitaba, pero hubo un pequeño problema, no me pago todo, dejo una parte la que sería mi ganancia y me pidió que volviera la semana próxima.

Salí de esa casa muy feliz por mis ventas, pero muy preocupada porque no sabía como explicarle a mi tía que no me pago todo y que debía volver la próxima semana y a la misma hora, temía que se enfureciera y me prohibiera las ventas, pues sabía que iba contra todas las reglas puestas, era muy consciente de ello, llegué a casa y entré, me encontré con tía esperandome en la sala.

-Hola tía, lo siento si tarde demás, es que me encontré con un cliente que me compró muchos productos y tardamos.- dije mostrandole el dinero.- Y él me dijo que me pagaría lo que falta la próxima semana a la misma hora, ¡¡Es una oportunidad única!!.- dije temerosa a su respuesta, posiblemente ya no me dejaría más realizar mis ventas.

-No hay problema, solo ten mucho cuidado, puedes seguir con tus ventas.-dijo tranquila.

Muy emocionada, subí a mi habitación, allí hice todo tipo de demostración, grité, reí, salté, bailé, imposible de creer tanta felicidad, me sentía toda una empresaria, luego de todo mi festejo, guardé mis cosas y me baje a realizar mis quehaceres domésticos, al terminar el día fui a dormir.

1 semana después...

Estoy muy ansiosa y nerviosa ya que hoy es el día en el que tendré que volver a ver a ese jovén que me tenía que pagar el dinero que faltaba, me arreglé más de lo normal y fui hasta su casa. Al llegar para mi sorpresa él ya estaba esperandome.

- ¡Hola piba! Estaba ansioso esperandote-me dijo mirandome a los ojos- ¡Que lindos ojo tienes! y también tienes una mirada muy tierna.

-¡Gracias!-sentí que mis mejillas estaban totalmente ruborizadas al escuchar ese cumplido.

-¿Ya tienes el dinero que me debes?- dije desidida y sin pensar dos veces.

Él no pudo contener la risa ante mi pregunta.

-¡¡Eli si sigues así serás millonaria muy pronto!!- dijo sin dejar de reirse.-Claro que ya tengo el dinero, pero quiero ver más productos.-dijo muy decidido.

-No hay problema-dije sorprendida.

Empecé a sacar fuera todos mis productos de la bolsa, y uno a uno me pidió que le enseñara y le diera una charla explicativa, igual a la anterior visita. Lo hice sin reclamar y muy profesionalmente .

-Esto lo hago para pasar más tiempo contigo.-me dijo con cierta picardía.

Poco a poco se rompía el hielo entre los dos. Ahora compro una cantidad mucho mayor y variado de mis productos e insistió en regalarme la colonia para despues del baño Candy y otra vez tuve que rechazarlo. Hizo lo mismo que el otro día pago un poco y me dijo que luego lo pagaría, repitiendomé, te la cancelaré la semana próxima, mismo día y hora .Tuve que aceptar porque esta vez su compra se duplicó y sabía que en la casa lo aceptarían, era un buen negocio, me dije.

Así pasamos varias semanas, el comprandomé cada vez mas, hasta llego un punto en que compró toda la bolsa sin mirar lo que había dentro. Y yo feliz de hacer tan buen negocio, al menos así pensaba y en la casa todos felices ya nadie preguntaba ni reclamaba nada .

Uno de esos días, Ricardo me envió a su prima llamada Blanca con su tarjeta personal y me hizo decir que lo llamará, no tardé mucho en llamarlo, pues pensé que algo estaba mal con mis productos.

-Hola...

-Hola, soy Eli. ¿Pasó algo?

-Nada, solo quería escuchar tu voz y pedirte que vengas a esta dirección.

Entonces fui sin dudar y me encontré en un café.

-Hola...-le dije con una sonrisa.-¿Qué querías decirme?

-Solo... quería decirte que... Estoy profundamente enamorado de ti.

Yo estaba totalmente sorprendida y confundida, pero me dejé llevar. Sin decir más palabras me tomó del rostro con sus manos y acercó su rostro junto al mío y luego sus labios buscaron los míos.

Fué mi primer beso, el primer hombre de mi vida y apenas tenía catorce años y me sentía toda una mujer despues de ese beso, no hicimos mucho solo hablamos. Luego le dije.

-Ya me tengo que ir, lo siento, es que tengo que ir al colegio.

-Ah, esta bien, ¿Será que puedo ir a recogerte del colegio en mi auto mañana?-dijo esperando mi respuesta.

-Esta bien, no hay problema.

Al día siguiente al salir del colegio lo primero que vi fue su figura, esperandomé, nos abrazamos, me pidió subir a su auto entregandomé sus llaves, claro que acepté, nos subimos, luego me miró y yo siempre bajaba la mirada y empezarón los besos de nuevo, casi no hablabamos, solo nos abrazabamos y nos besabamos. Y por segunda vez me tomo del rostro y me repitió.

-Estoy locamente enamorado de ti, no dejo de pensar en ti, todo el tiempo y a todas horas.

- Yo también estoy enamorada de ti. Respondí tímidamente.

***

Contigo hasta la EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora