Capitulo 14

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CON CAMILA: 

 Lauren: He pensado que podemos comenzar una relación seria. Ser novias.

¿Por qué leches pensaba? No debería de pensar tanto.

CON LAUREN: 

Lauren notó la tensión sobre el cuerpo de Camila, sabía que no le iba a hacer mucha gracia, pero necesitaba decírselo, era un planteamiento.

Camila: No se que decir... yo... tengo que pensarlo.

Lauren: No te preocupes, cariño. Tómate tu tiempo.

Después de aquella declaración buscó su boca y la besó, mientras la acariciaba y desnudaba, hasta acabar en la cama.

COM CAMILA:

Y ahora era otro día, tenía tiempo para pensar, y nada le sentaba bien. Tendría que hablar con Dinah.
Había que aclarar las cosas. Tendría que hablar con las dos. Se iría lejos.

No, antes lo solucionaría todo.

Había quedado con Dinah aquella tarde, y haría que Lauren la acompañara, haría que se solucionasen las cosas, y luego... se vería que pasase.

Descolgó de nuevo el teléfono y marcó.

Lauren: Hola, cariño –contestó sensual.

Camila: Hola... -fue un tenue susurro que lo asustó. Aquello no le gustaba nada.-Lauren... eh...

Lauren: ¿Qué pasa Camz?

¿Por qué tenía ganas de llorar? Aquello era inaudito. Respiró y habló.

Camila: ¿Puedes pasar a recogerme a las seis, me gustaría que fuéramos a un lugar?

Silencio.

Lauren: Está bien. A las seis abajo.

Camila: Gracias. Adiós.

Lauren: Adiós.

El resto del día fue tenso para las dos. Camila recogió y limpio su casa, luchando contra todo aquel sentimiento que la inundaba, quería perderse, que el mundo la tragara, quería llorar y deprimirse sola. Y no entendía el por qué.

Amor.

Maldito fuera.

A las cinco se metió en el baño y comenzó a arreglarse tomándose primero una ducha y luego todo el tiempo del mundo.

CON LAUREN: 

Lauren condujo despacio al salir de la oficina... un nudo se alojaba en su estómago. Algo le pasaba a Camila, y por lo que presentía no era nada bueno.

Quizás se hubiera pasado haciéndole la proposición la noche anterior. No, no se había pasado. ella jamás le había pedido eso a nadie, y se lo había pensado mucho. Camila era especial, y la quería como algo más que una amante.

Era extraño, parecía el mundo al revés, normalmente las cosas eran al contrarío, ella huía, mientras ellas querían una novia.

Curioso.

Llegó y aparcó a las seis menos cinco. Camila ya estaba allí, en silencio se acercó al coche y se montó.

Ni un beso. Ni una mirada. Nada.

Malo.

Lauren: ¿Dónde vamos? –preguntó.

CON CAMILA: 

Camila: A... -ella le indicó el lugar donde había quedado con su amiga, el corazón le latía con demasiada fuerza.
¿Por qué tanto miedo? ¿por qué tener temor?

En poco tiempo llegaron, eran las seis y poco, y había quedado con Dinah a las seis y media. Bajaron del coche sin ceremonias, y ella caminó por delante.

Lauren la sujetó por el brazo y la giró.

Lauren: ¿Qué pasa, camz?

Camila: Nada –susurró ella.

Lauren: No me puedes engañar, he aprendido a conocerte.
Sus ojos vacilaron, y le escocieron, bajó la mirada.

Camila: Lauren, yo...

Lauren: Ya se. Espera, me lo veo venir. Me traes a un lugar bonito. Me vas a decir que no confías en mi, que no quieres nada serio conmigo. Que se acabó. Bla... bla... bla...

Camila: No, lolo yo...

Dinah: ¡Camila! –la voz de Dinah las interrumpió, ella se giró, miró a Dinah, su mejor amiga, y luego miró a Lauren... su amor.

Lauren: ¡Dinah, prima! –Camila abrió los ojos. Miró a su amiga, quien tragaba saliva- que de tiempo chica –dijo con una enorme sonrisa y corrió a abrazarla.

Dinah: Hola Lau –contestó una voz apagada, correspondiente a su amiga.

¿Primas? ¿Cómo? Algo fallaba.

Camila: ¿Cómo que primas? –preguntó Camila en un gemido.

Continuara...


Mi sexy vecina (adaptada) (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora