Capitulo 38

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  — ¿Qué? — mierda Bradley ¿por qué gritas?
—Dijiste que no te interesaba— me señalo
—Y no me interesa— dije tranquilizándome —Solo me sorprendió un poco— si... solo eso nada más.
— ¿Seguro?— dijo sin despegar la mirada de Sabrina que caminaba por el pasillo con su característica seguridad —La has tenido una semana en tu casa...— negó con la cabeza —Cualquiera ya habría intentado tenerla en su habitación— mordió su labio inferior, no podía ser más imbécil.
— ¿Y tú lo intentaras?— cerré de un golpe mi casillero
—No lo sé, no lo sé— dijo risueño —Ya veremos cómo se dan las cosas, si ya acepto la cita, no creo que se niegue a lo demás. ¿Tú qué dices?
—Yo digo que eres un imbécil— soltó una carcajada. No podía haberle dicho que sí, seguramente era una 'broma' de Christian.

Las clases pasaban y yo simplemente no lograba concentrarme 'Todos saben que es más fácil conseguir ver al presidente en persona, que obtener una cita conmigo' recordé aquellas palabras que me dijo en el estacionamiento el día del partido. Al parecer ya no era tan difícil conseguir una. Una pequeña bola de papel golpeo mi mejilla, voltee hacia el piso y ahí estaba el mini proyectil.
'Am, ¿si me prestaras a tus hermanos?' Tome el bolígrafo negro y respondí debajo de su mensaje rosado. 'No queda de otra, y deja de llamarme Am' le regrese el papel cuidando de no ser sorprendidos, afortunadamente el profesor no se despegaba del pizarrón.

—Sabrina vendrá por ustedes- les dije y ambos felices corrieron escaleras arriba para cambiarse. ¿Qué les había dicho para lograr que la quisieran tanto?
Lance mi mochila junto con mi chaqueta hacia uno de los sillones de la sala, con fastidio camine hacia la cocina pero el sonido del timbre me hizo regresar.
Abrí la puerta y rodé los ojos al ver a Sabrina con una enorme sonrisa parada ahí.
—Wow— dijo artículo con lentitud —Tú sí que eres un bipolar.
— ¿Pasas o te quedas afuera?— pregunte de mala manera
—Mejor espero afuera— su tono cambio, ahora me volvía a hablar fríamente.
—Como quieras— me di la vuelta pero un más que estúpido impulso me hiso regresar — ¿Por qué saldrás con Chris?— ¡maldición Bradley! ¡A ti que te importa!
—Pues porque...— comenzó a hablar pero callo, se dio la media vuelta y me miro entrecerrando los ojos. — ¿Tu como sabes eso?— dio dos pasos hacia mí.
—Él me contó— dije sin importancia. Ella puso los ojos en blanco y se volvió a dar la vuelta. ¿No quería que me enterara?
—Pues si... si saldré con el— contesto
—No respondiste lo que te pregunte— una vez más giro volteando hacia mí
—Creí que no te interesaba lo que yo hacía.
—No me interesa— reí amargamente —Solo que creí que habías dicho que era más fácil contactar al presidente que obtener una cita contigo.
—Lo sé— contesto sonriente —Pero decidí tomar tu consejo— acomodo su ondulado cabello
— ¿Qué consejo?
—'Porque no nos haces felices a los tres'— dijo haciendo una gruesa voz —Así que no te molestare más, terminamos el trabajo y ya no hay nada que nos relacione— ¿estaba bien? Hace unos días prácticamente me rogaba.  



Tu el Humo y Yo el Fuego (Brabrina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora