Muy pronto iba amanecer, me encontraba mirando por la ventana contemplando la vista que tenía desde aquí, y podía escuchar los pequeños botes saliendo del puerto a trabajar, la cuidad era preciosa, no tenía calles anchas ni puentes donde puedas observar todo a distancia, a mi parecer se sentía acogedor en la noche gracias a las luces de la calle podía apreciar cuan hermoso era el mar y el movimiento de las olas era algo particular que me arrullaba a la hora de dormir. En los primeros días Chloe venía al cuarto en la madrugada y se sentaba en la cama para mirar , yo en cambia prefería cerrar los ojos y dormirme lentamente dejando las preocupaciones a un lado.
Me iría en dos horas, anoche había preparado las maletas y me sentía exhausta, Dubrovnik me agradaba demasiado es un lindo sitio para vivir y estoy pensando seriamente en hacerlo pero aquí en donde viene lo otro, luego de solucionar este problema con los Woodsen Chloe y yo podríamos volver a Canadá, no sabia como pero ambas volveríamos a continuar nuestros estudios siguiendo nuestros planes para el futuro, eso significaba estar sola, me acostumbre a la compañía de todos, extraño a mis padres más que a nada haría lo que fuera por verlos de nuevo pero sé que no puedo pensar solo en mi misma, todo tiene consecuencias ya sean para bien o para mal y era inevitable saber cómo resultaría todo.
Cuando estaba a punto de dormirme otra vez sentí pasos cerca de la puerta y luego los golpes sobre esta. Holly seguía profundamente dormida y aproveche cuando me levante abrir la puerta para arroparla ya que las cobijas se encontraban en el suelo.
Gabriel usualmente siempre es de los que se levanta primero, creo que nunca e logrado verlo dormido aún con la incertidumbre parece hacerlo aún más temprano.- Buenos días.
-Buenos días.- El paso una mano por su cabello y miro de tras de mí en busca de Holly.- ¿Todavía duerme?
Asentí perezosa empezando a sentir el cansancio al no dormir.- Hasta ahora amanece todos se levantan más tarde, ¿Recuerdas?.- Levanta la comisura de sus labios en una pequeña sonrisa que casi nunca veo.
-Quería hablar contigo... a solas, y pensé que era buen momento ya que nadie más está despierto.
-Claro, déjame ir por un saco hace un poco de brisa.- Voy rápidamente a la mesita que se encuentra entre las dos camas, allí guardamos nuestra ropa, no es más que un par de ropa interior, una camisa, un pantalón y el saco que mamá me dio de cumpleaños diecisiete.
Seguí a Gabriel hasta el pequeño balcón que tiene la habitación e ingresamos con el sol en todo el frente.
-¿Qué hermoso amanecer no te parece?.- Mantengo mi tono de voz para no levantar a nadie y Gabriel responde de la misma manera.
-En Dubrovnik siento como si fuera el primer lugar del planeta donde se puede ver, casi siempre no se ve una sola nube y eso sólo hace que lo aprecie más, ¿De dónde vienes son así?.
Me recuesto sobre la baranda y apoyo mi cara sobre mi mano sintiendo el aire frío por todo mi cuerpo, cuando vuelva prometo dormir una noche aquí.- La verdad no le daba mucha importancia, no duermo mucho pero siempre solía levantarme a eso de las 7:00am ya sea para salir a caminar o solo porque si, para ese entonces ya amanecía pero entre tantos edificios mi vista se perdía, aquí me da casi que miedo ver lo grande que es el cielo y lo cerca que se ve de nosotros, me vuelvo un poco paranoica al pensar tanto.
Gabriel se ríe acerca de mi último comentario y también se recuesta en la baranda más cerca a mí de lo que estaba antes, si me inclinaba un poco podría sentir su hombro junto al mío, él me mira y yo hago lo mismo pero solo un vistazo rápido, dirijo mi mirada a alguna otra cosa pero todavía siento su mirada sobre mi.- Me siento frustrado de no ir contigo a esto.
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El Retorno de la Heredera
Fiction généraleTess es una chica de 23 años que disfruta de su independencia. Pero un día, todo cambió. Su vida no sera la misma desde que esa mañana, en que un fuerte dolor en el pecho hace que pierda la conciencia descubriendo Avel, un lugar que nunca pensó que...