En multimedia Andrea Sparks
----------
Al entrar en mi casa no podía dejar de pensar en Scott, tenía algo en su forma de mirarme que me incomodaba pero que al mismo tiempo me gustaba, su mirada gris era intensa de esas pocas que con solo verlas hace que tengas sueños con ella, al mismo tiempo era dulce y su forma de hablar...¡Ya basta! Deja de pensar en él solo fue un encuentro casual, seguramente hubiera sido lo mismo si hubiera encontrado a Louis o si Dian hubiera estado allí, solo deja de pensar en eso y enfócate.
-Danielle pensé que jamás llegarías, la tormenta casi me mata al pensar que tú estabas fuera.- Dice mama que casi corre a mi encuentro, mi madre es una mujer muy bella, ojala yo tuviera un poco de esa belleza natural que ella tiene, es rubia igual que yo y es alta tiene unas pocas pecas en cara que solo notas si estas demasiado cerca de ella, mi padre siempre dice que es la mujer más hermosa que ha conocido, su matrimonio es muy lindo siempre están felices y nunca los he visto pelear, es decir, seguro que lo hacen, pero siempre procuran no hacerlo frente de mí y de mis hermanos, así olvidaba ese detalle, no soy hija única, tengo 2 hermanos más, son ambos menores que yo, Andrea tiene solo 16 años y al igual que mamá y que yo tiene que cabello del color del sol, ósea rubio y mi hermano el más pequeño llamado Alexander, o mejor conocido como "Pesadilla" es muy bromista y siempre escucha conversaciones que no debería, es muy bueno es decir aún no ha matado a nadie así que puede ser considerado bueno.
-Lo se madre, pero pensé que llegaría a casa justo antes de que el diluvia llegara pero, bueno no lo logré. Y el celular no tenía señal y lo demás es historia.-dije recordando a Scott, su mirada su forma de hablar y su cabello.
-Estuve a punto de llamar a tu padre para que fuera a buscarte.-exagerada a más no poder, si bueno algún defecto debía de tener, y ese es el suyo, exagera demasiado, como cuando me hice un tatuaje en la espalda, dejo de hablarme por 2 semanas, claro que después entendió que solo era uno y no más, no soy de las que quiere estar llena de tatuajes y fue solo para llevarle la contraria.
-Mamá no es para tanto, estaba de hecho a solo 20 minutos de aquí y si no me vine caminando fue porque hubiera muerto en medio de es tormenta y tuve que esperar a que el bus pasara, pero ya estoy aquí, ahora si me disculpas iré a cambiarme de ropa ya que esta está muy mojada hasta en lugares muy escondidos.-mamá rio con mi último comentario y me dejo pasar, sí la Señora Sparks podía ser muy exagerada, pero era mejor madre del mundo.
-Bien, pero en cuanto te cambies tienes que bajar a comer.-dijo y se fue andando por el pasillo que daba a la cocina.
Yo me dispuse a subir las escaleras para llega a mi cuarto, la casa en general no era grande, la había heredado papá del abuelo, y aun que mi madre siempre quiso una casa más grande él jamás la ha querido dejar, dice que es muy parecida para él ya que aquí fue donde el creció, así que lo único que ha hecho en estos 18 años es remodelarla, tiene 4 habitaciones con baño cada una y donde solo una de esas es de huéspedes, tiene dos plantas y un comedor conectad con una pequeña puerta a la cocina y por ultimo pero no menos importante un pequeña sala, si no somos millonarios pero vivimos bien.
Al entrar en mi santuario corro en seguida al armario para sacar ropa seca y que huela mejor que la que traigo, de repente recuerdo que Scott me dio su chaqueta cuando baje del bus y que...deje en el piso de la sala, si mi madre la ve armara un enorme pleito, apenas logro ponerme los jeans y una blusa holgada cuando mi madre grita.
-Danielle, me puedes explicar que hace esto en el piso.-dice y seguramente se refiere a la chaqueta militar de Scott, bajo corriendo las escaleras y sí, ella tiene en las manos esa chaqueta.
ESTÁS LEYENDO
Por siempre Danielle
RomanceSinopsis: ¿Que tan mala tiene que ser tu vida como para que consideres la idea de fingir tu muerte? ,seguramente peor de lo que los demás observan a simple vista. Danielle era la típica chica que se enamora de la persona equivocada, y que al final...