IV

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Antes solía pensar que no quería amor, como cualquier inocente pensamiento de una pequeña, como cualquiera que vaga en el comienzo de la vida, donde el amor es repugnante y no entra en nuestros pequeños corazones que aún no han entendido como amar.

ahora conozco el amor, la mezcla perfecta entre tragedia y poesía, flotar en el dulce viento de la ilusión, dejarte llevar, pero sabiendo que es un caos, sentir que todo puede salir todo bien, como si en una mirada encontraramos un hogar, tanta felicidad, tantos momentos que deseo que queden fotografiados eternamente en mi memoria, momentos que no quiero que tengan fin.
y justamente ahí está el problema, el fin, y luego de tanto tiempo cargando con mi equipaje de tristeza temo que este pese tanto que nos hunda en la ambigüedad, que lloremos hasta oxidar los sentimientos. Tengo miedo que mi desastre haga sentirse insuficiente, sabiendo que solo deseas lograr mi felicidad tengo miedo, muchísimo miedo, miedo de que quieres llenarme, y creas que no alcanzan para tapar con tus manos la sombra de mis complejos, tengo miedo de fallar al hacerte sentir que fallaste, al hacerte sentir que con tu amor no basta, porque estoy segura de que no es así, estoy segura que sin tu compañía merodeaba en el laberinto del dolor, y se que soy un manojo de lágrimas, solo necesito salir, escapar de mi mochila, tirarla, romperla, quemarla, necesito ser feliz y no dudes que lo soy, solamente hay momentos en los que es muy difícil y el dolor gana la partida, por favor, no te canses.

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