Capitulo 4: Sentimientos Divididos

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Narra Hannah

Voy caminando por el pasillo de la segunda planta del colegio cuando tropecé con alguien me quejo del dolor, levanto mi mirada y veo Andrea quejándose un poco del dolor también, nos levantamos del suelo.

- Lo siento mucho, ¿estás bien? Dijo un poco avergonzada.

- Si estoy bien. ¿Y tú? Conteste y pregunte mientras me ponía mis lentes.

- Si, discúlpame nuevamente. Nos vemos luego. Dijo apenada y se marchó caminado.

Continúo caminando dando mi ronda por el colegio, eh echado de menos a Leocadio en el día de hoy; de hecho, me eh sentido un poco rara desde hacen días, pero no le doy importancia sigo caminando y pensando a la vez cuando veo a Cloud salir del salón de clase, Dios él es tan guapo es alto de cuerpo bien definido y pelo castaño oscuro con ojos color marrones oscuros. Veo como se me va acercando para hablarme y yo que me estoy poniendo un poco nerviosa, detrás de él veo a Leocadio que viene caminando mirando el suelo con ambas manos en sus bolsillos.

- ¿Hola Anna como estas? Dijo Cloud con una gran sonrisa.

- ¡Bien! Conteste un poco sonrojada. – ¿Y tú como estas?

- Bien, ¿a dónde te diriges? Pregunto mientras Leocadio pasa justo por nuestro lado.

- A la biblioteca a buscar unos libros. Dije mientras veía como Leocadio pasaba sin decir nada.

- ¡Qué mala educación tiene el vicepresidente! Dijo sonriendo. – ¡Bueno te acompaño sí!

- Él tiene buena educación es que algo ha sucedido. Conteste. – Y si está bien.

- Ok, pues vámonos. Dijo con su gran sonrisa que derretiría a cualquier muchacha.

Sé que algo le ha sucedido a Leocadio lo conozco bastante bien, que habrá sucedido para que el este así que ni hola me dijo, en que estoy pensando si ahora mismo estoy caminando con el chico del que estoy enamorada. Estamos caminando y me le quedo observando su hermoso rostro cuando de repente me mira y yo bajo la mirada rápidamente y me sonrojo, espero que no me haiga visto así.

- ¿Qué sucede Anna? Dijo mientras dibujaba una sonrisa en su rostro.

- No, nada (jejeje) Dije nerviosamente. – "Creo que me vio sonrojarme, no que vergüenza." Pensé, entonces llegamos a la biblioteca.

Narra Leocadio

Luego de ver como ella lo miraba a el de esa manera me sentí tan furioso que no puedo ni entender por qué me siento así, siento un gran dolor en mi pecho no puedo sacar de mi mente esa imagen de ella y luego está el tonto héroe ese del pelo rojo que se cree la gran cosa es tan arrogante y egoísta. Voy caminando por el pasillo del segundo nivel del colegio sumergido en mis pensamientos cuando alzo mi mirada y veo a Hannah hablando con Cloud y veo que se sonroja conversando con él. Siento otro gran dolor profundo en mi corazón, pero sigo mi paso sin dirigirle la palabra hasta llegar al techo.

- Soy un tonto al ponerme así por Andrea. Me dije a mi mismo. – ¿Qué es lo que me sucede? ¿Porque me duele más lo de Andrea que lo de Hannah?

Me duele lo de Hannah porque sé que nunca me vera con los mismos ojos que la veo yo, pero me molesta más lo de Andrea, esos ojos que me han hecho que no puedo dejar de pensar en ella. Cuanto quisiera que Hannah se fijara en mi todo cambio cuando la vi por primera vez, sentí su calidez entrar en lo profundo de mi trayendo luz a mi ser, pero cuando no estoy cerca de ella la oscuridad me arropa y lo mismo me sucede con Andrea. Siento que mi corazón está dividido y tengo miedo de sufrir a causa de esto que estoy sintiendo y que la frialdad termine de congelar mi corazón y sentimientos, - "¿Por qué estas confundido Maestro?" Dijo una voz a mi lado. Cuando miro veo al gran lobo sentado a mi lado que me está mirando.

- Todo es tan confuso, no sé lo que estoy sintiendo en mi interior. Veo que todo esto va terminar muy mal. Conteste sin mirarle.

- No me gusta verlo a si Maestro, aunque todo termine mal yo estaré ahí para usted maestro. Dijo sinceramente. – Hay veces que hay que dejar que todo fluya según su ciclo y el tiempo dejara saber todas las cosas. Daría lo que fuera por devolverle su memoria y que recordara todo.

- Hasta hace poco me acorde de tu nombre Genesis, soy un mal maestro no crees, sumergido en la oscuridad. Dije mientras miraba al cielo.

- Maestro no piense así de usted, siempre habrá oscuridad en nuestros corazones por más que huyamos de la oscuridad siempre habrá ese punto oscuro en lo profundo de nuestros corazones. Nuestro deber es saber cómo controlar esa oscuridad y dejar que la gran luz que está en nosotros sea más fuerte que esa apertura oscura. Dijo Genesis mientras me miraba fijamente. – Usted tiene de ambas, Luz y Oscuridad son parte de usted maestro.

- ¡Gracias Genesis! Dime quien soy y de dónde vengo. Dije mirándole, veía como su largo pelo color violeta era movido por el viento y su gran cuerno color violeta brillaba a causa de la luz.

- No puedo decirle nada Maestro es usted mismo quien debe de buscar muy profundo en su interior. Me dijo mientras desaparecía en el aire.

Me levanto y comienzo a caminar cuando veo a Ángel abrir la puerta del techo y se sonrió al verme.

- ¡Aquí estabas! Todos estaban buscándote. Hasta Andrea estuvo buscándote temprano en el comedor, pero luego Hannah te vio y me dijo que algo te había pasado porque estabas enojado. Dijo Ángel pasando su mano sobre la cabeza.

- No ha sucedido nada grave. Dije dibujando una sonrisa. – Todo sigue normalmente.

- Ah ok, si tú lo dices está bien entonces. Ah debemos irnos ahora para la arena de combate que el General Voltrex ha reunido a todos los estudiantes ahí. Dijo Ángel.

Comenzamos a caminar hasta llegar a la arena de combate y ahí estaba el Genera Voltrex en medio de la arena junto a sus tres subordinados y a Hannah al otro lado de ellos. El General está hablando, entonces alguien toma de mi mano y cuando miro era Andrea y estaba un poco sonrojada y con la mirada baja. Rápidamente separo mi mano de la de ella y trato de hablarle, pero no me salía nada de mi boca.

- ¿Estas molesto conmigo verdad? Quiero decirte que te estuve buscando por todos lados y luego lo vi a él, pero nada más que eso, no quiero que pienses mal de mí. Dijo tímidamente

- Está bien, no pensé nada de eso. Mentí. - Fue solamente que el del pelo rojo me saco de mis casillas, además estoy enamorado de Hannah, No importa a quien mires.

- Ya veo, entonces...no ha pasado nada malo fui...fui yo. Dijo con la voz un poco quebrada.

Cuando la mire estaba mirando al suelo y pude apreciar como una lagrima le recorría por su rostro hasta caer al suelo y se marchó sin decir nada más. Me sentí un miserable por hacer llorar a esos hermosos ojos que tanta paz me dan y borrar su tristeza que tanta calidez me transmiten cuando miro a Hannah veo que ella estaba mirándome. Me volteo para irme del lugar cuando escucho que el General dice mi nombre y me detengo.

- Leocadio Valentine tú vas hacer el primero en luchar contra Tiren para saber que rango obtendrás para la guerra. Dijo sonriendo.

Me doy la vuelta y comienzo a bajar hasta la arena y puedo apreciar la cara del General Voltrex y vuelvo a sentir ese frio escalofrío por toda mi espalda y veo a Tiren con su espada en mano y veo a Lukas sonriendo.

- Al fin te daré tu merecido delante de todos. Dijo Tiren sonrientemente.

- ¡Ven Genesis! Dije y vi como Genesis corría hacia mí y comenzó a convertirse en la espada.

Todos se quedan sorprendido al ver mi espada, hasta el mismo Tiren. Cuando miro al público en busca de Andrea la veo un poco triste y preocupada a la vez.

- ¡Wow! Que hermosa espada la de Leo. Dijo Ángel sorprendido.

- Si, Nunca antes había visto una espada tan deslumbrante como la de él. Dijo Kiana.

Todos estaban murmurando sobre el encuentro, muchos iban a Tiren porque él ya es un héroe y de clase 2. Tiren se mueve tan rápido que casi nadie pudo seguirlo con la mirada, pero yo si pude y bloqueé su espada generando una onda de choque fuerte y el suelo se rompió por la fuerza de ambos y el sonido de ambas espadas chocando.


El Septimo dios de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora