Cerca (Capitulo -33-)

57 4 1
                                    

Pov Brooke

Salí de la habitación de Natalie, la dejé descansar, luego de dejar todas las cosas que le había llevado, miré el reloj de mi teléfono y eran las 17:00 horas, para las 19:00 teníamos que acompañar a Natalie al velorio donde estarían sus padres, en breve debería prepararme. Cerré la puerta detrás de mí y luego de guardar mi teléfono levanté la mirada y vi a Dante en el umbral de su habitación, mirándome fijamente, recostado por el marco de la puerta con los brazos cruzados y con una botella de cerveza en su mano -¿Necesitas algo?- Pregunté -Creo que hay muchas cosas de las que necesitamos hablar- Dijo haciendo una mueca -Yo creo lo mismo- Desvié por unos segundos la mirada -¿Quieres?- Dijo agitando un poco la botellita de cerveza -¿Por qué no?- Dije acercándome.

Estamos en el balcón de la habitación de Dante, yo estaba sentada en la baranda de cemento mientras él estaba parado con la vista hacia la calle, mirando el atardecer rojo que se iba avecinando, dándole pequeños sorbos a la cerveza para luego pasarme la botella -Para empezar, ¿Que tienes que decirme del secuestro?, nunca hablamos de ello y supongo que es un suceso importante del que debo estar al tanto- Dijo sin cambiar de lugar la mirada -Estaba... como seguramente me viste, atada de manos y pies, estaba en un apartamento, era una habitación muy bonita... solo veía a Ettan, venía a hablarme cada tanto y era el que me proporcionaba los golpes- Comencé a contar brevemente -Así que ya sabes su nombre y todo, y fue ese imbécil el que te lastimaba- Dijo Dante -Si, luego de esos días, hubieron hombres que entraron a la casa mientras no estabas- Confesé cerrando los ojos -¿Qué?, ¿Porque nunca me contaste nada de eso?- Pregunto mirándome exaltado -No lo sé, supongo que tenía miedo o algo así, ese día me escondí en las alacenas, los escuché buscando información de ti, revolvieron tu habitación, supongo que no te diste cuenta por el desastre que siempre tienes- Lo miré de malhumor -¿Que más hiciste que no me contaste?- Preguntó mientras se acomodaba recostado por solo un brazo y mirándome fijamente -Y hace unos días me encontré con Ettan de nuevo, creo que me anda siguiendo, lo encontré en el Grill y se sentó a hablar conmigo- Le conté con la mirada en el suelo -Ese perro... Yo también lo encontré, definitivamente anda tras tus pasos como siempre desde que te secuestro- Comentó mirando al vacío -¿Qué es lo que el busca Dante?- Pregunté -Supongo que quiere golpear a los miembros de mi "familia" que es como nos llamamos a los compañeros de trabajo, por eso creí que él tuvo que ver con la muerte de Millow, pero no fue así, él también está en búsqueda de quien lo mató, ya que si cae uno, caemos todos- Explicó de una forma muy temeraria, casi como si no le importara aquello -Con el tiempo te iré contando más cosas- Me miró -Dante... hay cosas que veo entrelineas de las que no estamos hablando- Dije haciendo referencia a los acercamientos que hemos tenido en los últimos días -Lo sé...- Respondió, en ese momento extrañamente me sentí mas agitada, nerviosa, veía que se acercaba una conversación de la que alguna forma no quería tener -Muchas veces me quisiste decir cosas, y todas esas veces nos interrumpían- Miré nerviosa hacia la calle -Si, quería hablarte puntualmente de lo que paso aquella noche en la que tomamos, fumamos, y todo eso- Al escuchar lo que Dante me comenzaba a decir mi corazón empezó a acelerarse, y flashes de esa noche empezaron a venir en mi cabeza, del baile, la música, el humo... esos... ¿Besos?.

-Te quiero pedir disculpas...- Comenzó a decir Dante -Realmente no... no sé qué me paso, es una de las pocas veces que recuerdo lo que hago cuando estoy en ese estado, yo... lo siento- Miró apenadamente hacia el suelo, sin intenciones de levantar la mirada -Dante... yo lamento haberte insistido con la parte de fumar y todo eso... por culpa de eso pasamos a otra cosa y no nos controlamos- Me disculpe de igual manera mientras iba sintiendo como mis mejillas se iban tornando de un color rojizo, me sentía... avergonzada -Bien, ya nos disculpamos, ya dejemos eso en el pasado y punto, ¿Te parece?- Me miró con ese brillo característico en los ojos, esos ojos que se entrecerraban con cualquier sentimiento de curiosidad o intriga... o a veces, picardía -Supongo que está bien- Dije bajándome de la murallita -Iré a prepararme para el velorio, hazlo tú también- Dije caminando hasta la puerta de su habitación con el siguiéndome detrás -No te preocupes- Abrió la puerta y extendió la mano dos segundos para que salga y luego se revolvió un poco el pelo mirando al suelo esperando -Dante...- Dije quedándome frente a el -¿Si?- Preguntó mirándome, me quedé inspeccionando su rostro por unos momentos, vi los agujeros de sus piercings de los labios y las orejas, vi su rostro afeitado recientemente, sus ojos verdes y color miel -¿Pasa algo?- Preguntó de nuevo haciendo una mueca nerviosa -Em... gracias por dejar que Natalie se quede- Dije mirándolo nuevamente a los ojos -¿Seguro que era eso?- Entrecerró los ojos -Si...- Salí de la habitación antes de que todo se ponga más tenso.

Estábamos en el velorio de los padres de Natalie, había muchas personas, que incluso Dante conocía, pero ningún familiar de Natalie, y eso era un tanto extraño de alguna forma, ¿Cómo es posible que alguien no conozca a nadie de su familia en todo el tiempo que estuvo vivo?, ya tiene 18 años... es casi imposible, pero también es posible que sus padres hubieran querido protegerla de todo su pasado, incluyendo a la familia.

Estaba sentada junto a Mitch quien me tomaba de la mano, mientras lo miraba pensaba en aquello que había pasado con Dante, aunque no le di demasiada importancia a contárselo, ya que aún no éramos nada en ese entonces con Mitch.

Desvié la mirada de Mitch e hice una panorámica a toda la gente que estaba ahí en el salón, en una de esas me enfocó en Dante, quien estaba hablando con un hombre y una mujer que aparentemente eran pareja, el con las manos en los bolsillos de su saco, fuimos elegantes a pedido de Natalie, yo llevaba un vestido negro al cuerpo con zapatos altos, y Dante llevaba unos zapatos, pantalones camisa y saco negro, sin corbata, como siempre... algo debía de tener de desaliñado. De repente sonrió levemente, dejando ver sus blancos dientes, cuando en un momento levantó el vaso de café que tenía y le dio un sorbo mientras aquel hombre le hablaba y el miraba a la gente pasar... su mirada se posó en mí en esa pasada, y se quedó mirándome fijamente, igual que yo. Me ponía nerviosa, me dedico un guiño discreto y continuo con su conversación llevando la mirada al hombre que le hablaba, ¿Para qué hacía eso?.

Volvimos a casa a las 21:00 horas, dejamos a Natalie ahí ya que quería quedarse sola esa noche -Por suerte ya volvimos, me harté de los velorios- Dijo Dante entrando a la casa y sacándose aquel saco negro y dejándolo sobre el sofá caminó hasta la cocina para sacarse una cerveza de la nevera -¿Vas a beber?- Pregunté sacándome los tacones -¿Quieres?- Dijo levantando la mirada -Mañana tengo colegio- Comenté haciendo una mueca -Lastima- Dijo Dante subiendo las escaleras con una botella de whisky finalmente en su mano.

-Solo comente- Dije entrando luego de unos minutos a la habitación de Dante con un vaso de hielo en la mano, el me dedicó una sonrisa y sacó la botella al balcón. Yo me acerqué a su notebook y puse música -¿Estamos celebrando algo?- Preguntó Dante sonriendo -mm... No, no creo- Dije dándole un sorbo a mi bebida -¿No me dirás que está mal que estemos bebiendo y escuchando música mientras tu amiga está en el velorio de sus padres?- Dijo vacilante irguiéndose frente a mí -No es nuestro dolor, y creo que debemos despejarnos de los últimos hechos sucedidos- Rodé los ojos burlonamente -Creo que estoy cambiando mucho tu forma de pensar- Rió un poco Dante -No, no lo creas así... no te quiero dar mérito de nada- Sonreí.

00:30 horas, como de costumbre Dante y yo ebrios, riéndonos de cualquier cosa que pasara en la calle, del vagabundo de la esquina, de la gente que se tropezaba, de anécdotas con Millow, anécdotas con Anne -Mira...- Dijo Dante señalando al cielo -¿Qué?- Dije sin mirar nada más que estrellas -Lo perdí de vista, era un satélite muy grande- Dijo haciendo una mueca -Pensé que me mostrarías una estrella fugaz- Lo miré fingiendo enojo -No, muy cliché para mí- Dijo riendo -Muy gracioso- Me levanté golpeándolo en el hombro -Recuérdame de nuevo porque metimos la botella Dante- Dije con un tono alto para que me escuche -¿Dante?- Me giré para ver si me hizo caso, y lo vi recostado como esta tarde en el marco de la puerta, pero esta vez en la de vidrio, mirándome con una sonrisa -¿Que miras tanto?- Reí un poco, él fue acercándose hasta quedar frente mío, yo incline la cabeza para poder verlo a los ojos por la altura que me llevaba -Toma mi mano- Dijo levantándola, lo miré extrañada, pero tome su mano, Thinking Cloud de Ed Sheeran había empezado a sonar hace unos segundos, el tomó mi otra mano y la puso en su hombro, luego puso la suya en mi espalda, no sabía ni por qué, pero empezamos a bailar aquél ritmo lento, instintivamente puse mi cabeza en su hombro, olía su perfume, que penetraba mi nariz de una forma embriagadora. Me hizo dar un pequeño giro, para luego pegarme de nuevo a su cuerpo -¿Por qué hacemos esto?- Susurre mientras nos mirábamos -No sé, ¿Acaso quieres que lo dejemos de hacer?- Preguntó con una leve sonrisa en sus labios -No lo sé... ¿Y tú?- Pregunté mirándolo algo asombrada y nerviosa -No- Dijo seriamente -¿Te sientes tan mareado como yo?- Pregunté mientras nos balanceamos -No sé qué tan ebria estés tú, pero como me muevo deberías saber que tan ebrio estoy yo- Una de las comisuras de su boca se alzó regalándome otra sonrisa -Dante...- Comencé -Lo que hablamos esta tarde- Dijo Dante interrumpiéndome -¿Si?- Pregunté nerviosa -Yo sé, que no sentimos haberlo hecho...

ProtégemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora