Adios 2 (Capitulo -8-)

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De repente algo cae en mi cabeza para luego caer a mi lado, sosteniendome la cabeza miro a mi derecha y un gato estaba mirándome fijamente. Odio a los gatos -Vete- Dije espantandolo, este se alejo.

No es que fuera supersticiosa pero cabe recalcar que era un gato negro, que molesto, a esos animales no les importa nada y son egoistas, ni siquiera a sus dueños mismos les hacen caso, no son como los perros.

12:30 hrs y para mis ansias ya había sonado la campana de salida. Sin pensarlo dos veces fui la primera en salir.

Compre un hermoso ramo de flores, abrí mis manos y vi también la hermosa cadena que le había comprado, a ella le encantará, las flores siempre fueron sus favoritas y esta cadena ira bien en ella, era un poco antigua.

Iba caminando por la vereda, ya cerca del hospital, cuando de repente sentí una puntada en la cabeza, me detuve un momento, y me toque la frente. No quería que nada me detenga, simplemente lo ignore y continúe mi camino.

Llegue al hospital con una pequeña sonrisa, entre y me dirigí hasta la habitación de mi abuela.

Me quede parada unos momentos frente a la puerta pensando en todo lo que haríamos en esta semana, y luego sin mas preámbulo entre a la habitación.

Mire y frente a mi estaba una enfermera arreglando la cama, mire el número de la puerta para ver si no me había equivocado de habitación. Y no lo había hecho. Tal vez ya se haya ido a casa.

-Disculpe, ¿A donde fue la señora que estaba internada aquí?- Pregunte a la enfermera. Ella me miro y se exalto un poco y luego cambio su cara a una de tristeza -¿Eres la joven que estaba aquí ayer verdad?- Pregunto acercándose un poco -Si, ¿Por que?, ¿Donde esta mi abuela?- Pregunte retrocediendo un paso, mi corazón empezaba a latir rápidamente y mi respiración comenzaba a agitarse -Cariño...- Empezó poniendo una mano en mi hombro -Tu abuela... Se ha ido- Dijo mirando al suelo -¿a... A ca...sa?- Pregunte esperanzada en un hilo de voz. Ella simplemente negó con la cabeza -Lo siento mucho- Agrego mirándome.

¿Que... Que era todo esto?, ¿Que paso aquí?, ¿Por que paso todo esto?. Me quede en shock, y se me cayeron al suelo los regalos y yo cai de igual manera arrodillada -N... No- Cerré los ojos y todos los recuerdos con mi abuela vinieron a mi mente, cada sonrisa, llanto, juegos, enseñanzas, todo... Todo se ha ido.

Abrí los ojos, y tenia a la enfermera frente mio hablándome, pero yo no escuchaba nada, todo era borroso, la puntada en mi cabeza se hacia presente cada vez mas fuerte, me levante y deambule por los pasillos del hospital, no sabia si buscaba una salida, no sabia que hacer, no caían lágrimas de mis ojos, no sentía absolutamente nada, solo el dolor en mi cabeza. Tenia la boca entreabierta y miraba al vacío mientras caminaba y de repente chocaba con las paredes a mis costados.

Una mano se poso en mi hombro, era la de la directora del colegio, que luego se puso frente mio, también me hablaba pero no lograba escucharla, solo veía que de sus ojos caían lagrimas, me sostuvo de mi muñeca y me sacó del hospital para luego sentarme en su auto, no sabia a donde me llevaban, no me importaba. Ya no me importaba absolutamente nada.

Estacionamos frente a una casa antigua remodelada, yo solo miraba la fachada aun en shock.

La directora abrió la puerta y me ayudo a bajar. Entramos en el establecimiento, y había algunas personas allí, se acercaron a mi para abrazarme y decirme cosas que no escuchaba, todos vestidos de negri. Estábamos en un centro de velatorio -Brooke, en una hora traerán a tu abuela- Esta oración rompió mi shock y mire a la directora que estaba de cuclillas frente mio -Bien- Fue todo lo que me permití decir. Ella quito un mechón de cabello de mi rostro y luego se levanto, mire y estába sentada en un sofá dentro de la casa, estaba como en una sala de estar.

La gente seguía llegando a cada minuto, no sabia que mi abuela tuviera tantos conocidos, todos se acercaban y me daban sus pésames pero yo no respondía, estaba destrozada.

De repente veo que la gente se levanta y se acercan hacia un pasillo, algunos dejan caer unas lágrimas, y otros se alejan -Brooke, ya llego ella por si la quieres ver- Me dijo una mujer que para mi era desconocida. Simplemente la mire y luego segui mirando hacia el frente. No quería verla aun.

Todo el mundo estaba dispersado por la casa, algunos charlando, otros tomando el café que se servía en el lugar. Yo en un momento me levante, mis piernas estaban temblorosas, mi corazón comenzaba a acelerarse de nuevo... Ya era hora de verla.

Me acerque un poco a las puertas de vidrio que estaban abiertas, me encontré con el cajón fúnebre sobre unos pedestales de madera brillante igual que el cajon. Mi respiración empezaba a entre cortarse, y comencé a acercarme lentamente hasta llegar junto al cajón.

Ahí estaba ella, en un vestido blanco, ligeramente maquillada, su piel era totalmente pálida y sus ojos estaban cerrados plácidamente. No se parecía ella, pero sabia que lo era, estaba muy arreglada, estaba hermosa, como si fuera a ir a una fiesta.

El shock volvió a mi, la miraba y acariciaba su rostro lentamente, no lo podía creer, no lo podía asimilar, no podía entender como es que estaba allí acostada, ya sin respirar, ya sin sonreír.

Mi cuerpo se tambaleo un poco y senti como mi vista se nublaba, siento que alguien por atrás me sostiene, miro y era Math. Me sostiene de los hombros y me lleva afuera, nos sentamos en un banco y el me abraza -Lo siento tanto cariño- Me dice tiernamente.
Al alejarnos lo miro y el me arregla algunos mechones de pelo de mi frente y los manda para atrás -Voy a ir por un café, esperame aqui- Dijo mientras se levanto.

Me quede mirando hacia el frente anonadada, mirando a cada persona que estaba allí, cuando de repente mis ojos se posaron en un hombre que estaba fumando recostado en el portón de la entrada.

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